Agentes de Tráfico de los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado 23 de julio a un hombre de 51 años acusado de un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas. Y es que el sospechoso, que además estaba conduciendo un coche presuntamente robado, transportaba en el maletero 9.907 gramos de cocaína repartida en nueve paquetes preparados para la venta. El delincuente fue descubierto cuando lo pararon en un control de tráfico rutinario en la AP-7, a la altura del término municipal de Sant Celoni, en Barcelona.
Delatado por su nerviosismo
El día de los hechos, los agentes estaban realizando un control rutinario de paso en el punto kilométrico 111 de la mencionada autovía, cuando pararon un vehículo con dos ocupantes, un hombre y una mujer que iba de copiloto. En un primer momento, nada parecía indicar que hubiera algo sospechoso, pero al identificarlos, comprobaron que la identidad del conductor no coincidía con los datos del titular del coche. Eso hizo sonar las primeras alarmas, y pensaron que quizás se trataba de un turismo sustraído ilegalmente.
Durante el interrogatorio, el hombre iba poniéndose visiblemente más nervioso, lo que instó a los agentes a registrar el coche. Pidieron a la pareja que saliera del vehículo, mientras ellos lo registraban a fondo. Sin embargo, no tuvieron que buscar mucho. En el maletero, a plena vista, encontraron nueve paquetes con un polvo blanco en su interior que pudieron comprobar que eran casi diez kilos de cocaína, valorada en 346.000 euros.
Este hallazgo hizo que los agentes detuvieran el conductor, mientras su acompañante quedó denunciada penalmente también por un delito contra la salud pública en la vertiente de tráfico de drogas. El hombre arrestado fue trasladado a dependencias policiales y puesto a disposición judicial.