Agentes de la Policía Nacional han detenido dos hombres en Madrid, en la primera y más larga investigación contra la grabación clandestina de películas de estreno en salas de cine. Los detenidos pertenecían a distintas redes internacionales dedicadas a distribuir filmes "piratas" en Internet y actuaban en la Comunidad de Madrid, donde se han realizado las detenciones. 

Los detenidos, conocidos como comcorders por su especialidad delictiva, se encuentran bajo disposición judicial. Acusados de ser los presuntos responsables de delitos contra la propiedad intelectual, se les atribuye hasta 14 hechos delictivos desde febrero de 2019 hasta el mes de enero de 2022. Por cada grabación ilícita, recibían hasta 400 euros

La investigación se inició en 2019, siendo la más longeva contra este tipo de delitos

La Policía Nacional ha logrado la identificación y detención de dos delincuentes en la primera investigación dilatada en el tiempo contra este tipo de actividades delictivas. Todo empezó el año 2019 a raíz de la denuncia interpuesta por la Motion Picture Association, después que la asociación detectara hasta 14 grabaciones clandestinas en diferentes salas de cine de Madrid. 

Las grabaciones "piratas"  eran editadas y, después, se publicaban en páginas web especializadas en la distribución de contenidos protegidos, tal y como pudieron comprobar los agentes. A partir del análisis técnico realizado durante la investigación, el cuerpo policial concluyó que las grabaciones las llevaban a cabo dos personas distintas con dispositivos empleados específicamente para estas filmaciones ilegales. 

La investigación de la Policía Nacional contra la red de grabación clandestina / Europa Press

La policía diseñó un dispositivo de vigilancia específico para las salas de cine

Tras las primeras conclusiones extraídas a partir del análisis técnico, el operativo policial diseñó vigilancias en las distintas salas de cine de Madrid, que se intensificaban en las fechas de estrenos relevantes. Las vigilancias se prolongaron en el tiempo hasta que dos varones fueron detenidos en distintos momentos, uno de ellos tras ser sorprendido in fraganti. Hasta la fecha, las únicas detenciones efectuadas en este tipo de delitos sucedían cuando los responsables de las salas de cine descubrían a los delincuentes en plena grabación ilícita. 

Los detenidos, piezas fundamentales de las organizaciones criminales 

Los dos individuos, también conocidos como comcorders por su especialidad delictiva, ocupaban los niveles más bajos en sus respectivas redes internacionales dedicadas a la distribución pirata de películas de estreno. No obstante, su papel resultaba imprescindible para las mismas, pues eran los encargados  de proveer las grabaciones que después eran facilitadas a otros integrantes para su edición, alojamiento y publicación. Una de las redes tenía más presencia en Sudamérica, mientras que otra de ellas estaba implantada en el este de Europa. 

Uno de los individuos actuaba grabando la película mediante su teléfono móvil, en el que había instalado una aplicación específica para realizar grabaciones discretas, y con ajustes de parámetros técnicos. Por cada uno de estos filmes, los comcorders percibían entre 250 y 400 euros, dependiendo de la calidad y de la popularidad del estreno. La Policía Nacional detalla que los integrantes de estas redes también cobraban los ingresos de la publicidad insertada en las páginas web donde publicaban las películas "pirata", disponibles a través de enlaces de descarga.