Las fechorías no siempre se hacen con los mejores amigos. Algunas veces las conjuras para entrar a robar se hacen con el primer personaje que te encuentras en, el mejor de los casos, en cualquier bar. Sin entrar en detalles de la historia personal de los dos ladrones que entraron a robar al Herbolari Llansà de la calle de Elisabets del Raval de Barcelona, las imágenes que ha publicado Betevé enseñan un robo muy surrealista y se puede ver como los dos individuos, que todavía no han sido identificados ni detenidos, aunque los Mossos d'Esquadra lo investigan, se enemistaron por quien se quedaba la caja registradora del establecimiento a la hora de marcharse de la tienda.
Tal como relata el responsable de la tienda en la televisión municipal, en la caja que los dos ladrones se llevaron no había casi nada. Joan Comabella ha explicado que reventaron el candado, levantaron a la persona y rompieron el cristal del escaparate, que era centenario. Una vez en el interior lo revolvieron todo y se llevaron la caja -después de pelearse.
Los dos ladrones pudieron escapar con un patinete eléctrico y el botín, que no fue demasiada cosa. Desde el herbolario lamentan a Betevé que lo que costará arreglar el cristal, de este escaparate centenario, que nunca nadie había roto, tendrá un alto valor y que puede ser que el seguro no se haga cargo. Un dolor de cabeza más por los tenderos de toda la vida que resisten en un barrio casi convertido en gueto y que la inseguridad no deja vivir a los pocos vecinos que quedan.
Atraco en una joyería de Ciutat Vella
No muy lejos de aquí, en la ronda de Sant Antoni, este martes a última hora de la tarde un hombre accedió en una joyería y se llevó miles de euros en joyas, tal como denunció la responsable del establecimiento, y tal como pudo adelantar ElCaso.com. Los Mossos d'Esquadra, como en el caso de la calle de Elisabets, todavía buscan al ladrón para poder identificarlo y detenerlo. Los dos asaltos, aunque con modus operandi diferente, demuestran la ola de robos que sufre este distrito de la capital de Catalunya, convertida en la zona cero de la inseguridad.