Más de 120 piezas de joyería escondidas en los glúteos. Así intentó un contrabandista argelino de 41 años llevar hacia su país un considerable botín de oro antes de que su nerviosismo lo delatara ante los agentes de la Guardia Civil del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat. El pasado 28 de septiembre, los agentes especialistas de la Fiscal y Fronteras de la Benemérita se fijaron en un pasajero que parecía comportarse de manera sospechosa en la Terminal 1. Se acercaron a él, y les explicó que tenía un billete de ida a Argel.
Durante el interrogatorio lo condujeron hacia un lugar reservado y procedieron con su cacheo. Para sorpresa de los agentes, en la zona de los glúteos fueron apareciendo piezas de joyería, todas de oro, que el hombre, según todos los indicios, pretendía llevar sin declarar. El origen de las joyas, con mucha seguridad, es ilícito, y la Guardia Civil procedió a denunciarlo penalmente por un supuesto delito de contrabando.
El botín aparece en un sitio inesperado
Al inicio todo parecía correcto. No obstante, cuando llegaron a la zona de los glúteos, notaron que llevaba algo sospechoso. En concreto, le requisaron siete crucifijos, ocho pulseras, quince pendientes, diecisiete medallas, diecinueve anillos, 23 cadenas y 32 fragmentos de oro. Con la evidencia de que se encontraban ante un intento de contrabando, los agentes se llevaron las joyas mientras abrían un acta de infracción al supuesto delincuente.
De momento, el origen de las joyas no ha podido ser aclarado, aunque las evidencias apuntan a que los consiguió mediante hurtos y robos. Queda por aclarar si esta persona trabajaba sola o si es solo una "mula" utilizada por un grupo criminal para transportar joyas robadas en Catalunya para venderlas en Argelia. Con respecto a los objetos recuperados, han quedado custodiados por el Administrador de la Aduana del aeropuerto de Barcelona.