La llegada del verano viene a menudo acompañada de festivales, raves y conciertos, y este año no es distinto. Estos actos exigen una buena organización, donde se tenga en consideración la comodidad de los asistentes, pero también la de los vecinos. Justamente este último aspecto es el que no se ha cumplido este fin de semana con el OFFWEEK Festival, celebrado en la fábrica Mercedes-Benz, en Bon Pastor. Durante tres días, los vecinos de la Maquinista han tenido que aguantar la celebración de un festival en un espacio no adecuado para su celebración, lo que les ha causado graves molestias todo el fin de semana.

Los vecinos, escandalizados con el panorama
El festival se ha establecido en un terreno sin ninguna clase de insonorización, lo que ha causado que los vecinos hayan tenido que escuchar música constante a volúmenes altísimos desde el viernes hasta el domingo. Como ha adelantado Betevé, los vecinos se quejan de no poder estar tranquilos en casa, dormir mal o notar como temblaba su casa debido a los bajos de la música del festival. Además, con la subida de las temperaturas, es imposible tener las ventanas cerradas.
El ruido es un gran problema, pero lo que realmente ha conmocionado a los vecinos ha sido ver el deterioro del barrio durante el acto. Algunos vecinos denuncian haberse cruzado con gente desnuda o que se les ofrecieran drogas cuando entraban o salían de casa, elevando el problema de contaminación acústica al de salud pública. Denuncian también que el barrio se haya convertido en un vertedero lleno de basura, botellas de alcohol y otros restos. Algunos también lo catalogan de lavabo, por la enorme cantidad de meados que hay. Harta de los botellones, del ruido y de todas las molestias causadas, la Asociación Vecinal Maquinista-Mercedes quiere presentar una queja en el distrito.

El espacio de la fábrica está pendiente de una remodelación
El espacio que ahora se utiliza para hacer raves tiene una extensión de 90.000 m2 y está pendiente de una remodelación para construir 1.450 viviendas, una nueva sede de la UVic en Barcelona, la escuela Elisava y un centro de investigación tecnológica, lo que le ha garantizado el premio WAFX a mejor proyecto de regeneración de espacios.