Nueva operación contra el tráfico de personas. La Policía Nacional ha detenido a diez personas por formar parte de una banda internacional de tráfico de personas con sede en Amposta, en Tarragona. El entramado, liderado por una mujer de nacionalidad paraguaya, reclutaba mujeres en su país de origen y les prometía trabajo cuidando personas mayores a Catalunya. Cuando llegaban, sin embargo, la historia era muy diferente. Las obligaban a prostituirse para pagar una falsa deuda y también a vender droga a los clientes. Se han podido liberar a cinco mujeres.

Según ha informado a la Policía Nacional en una nota de prensa este lunes, el día internacional contra el tráfico de personas, la investigación empezó cuando los agentes recibieron varias informaciones que revelaban la existencia de una organización criminal dedicada, presuntamente, a la explotación sexual de mujeres en pisos de citas de las comarcas del sur de Catalunya, en Tarragona.

De Paraguay en Amposta

Las perquisiciones de las unidades especiales de la policía española contra el tráfico de personas llevó a los investigadores hasta Amposta, donde vivía una mujer de origen paraguayo que era la encargada de liderar una banda que traía a mujeres desde el Paraguay y las explotaba sexual y laboralmente en Tarragona. La organización contaba en Paraguay con colaboradores, que solían ser familiares de la principal responsable, encargados de seleccionar y captar mujeres que vivían en situaciones de gran desamparo y vulnerabilidad, en las que ofrecían la posibilidad de viajar a Catalunya para trabajar en el cuidado de personas mayores.

 

La organización, con la colaboración de una agencia de viajes de país sudamericano, trasladaba a las mujeres en avión hasta Barcelona, con escala previa en Francia. La misma agencia era la encargada de proporcionar a las mujeres las instrucciones y 2.000 euros para hacer las gestiones de fronteras y de entrada en territorio europeo. Cuando llegaban al Prat, miembros de la organización se encargaban de recoger a las mujeres y trasladarlas hasta Amposta, en Tarragona.

Obligadas a prostituirse en pisos de la banda

Justo llegaban a Amposta las mujeres descubrían que eran víctimas de un engaño y que no había ninguna oferta de trabajo tal como les habían explicado antes de marcharse del Paraguay. La banda les comunicaba que habían contraído una deuda con la organización, que tenían que saldar ejerciendo la prostitución en pisos-burdeles que controlaban en el sur de Catalunya.

Incluso, la banda intercambiaba a las mujeres con responsables de otros pisos para ofrecer una oferta variada de mujeres a los clientes. Además, las víctimas estaban obligadas a consumir y vender drogas a los clientes y a otros compradores, hecho que los agentes pudieron constatar en uno de los pisos que se había convertido en un narcopiso controlado por las mujeres secuestradas por la banda.

Para explotar la investigación, la Policía Nacional, con agentes de la Unidad de Intervención Polical (UIP) asaltaron seis pisos-burdeles en Amposta y también en Aldea. Se han detenido diez personas, entre ellas la líder de la banda, que ha ingresado en la prisión, y se han intervenido un total de 8.605 euros en efectivo, 19 gramos de cocaína, dos balanzas de precisión y sustancia de corte, seis teléfonos móviles, un ordenador portátil y diversa documentación relevante para la investigación.