Se dicta sentencia contra otro caso de violencia vicaria. El Tribunal Superior de Edimburgo (Escocia) ha condenado a cadena perpetua en Lukasz Czapla, de 41 años, por el brutal asesinato de su hijo de 2 años.
El mes de noviembre del año 2020, Czapla asesinó a su hijo Julius, de solo dos años, disparándole en la cabeza con una pistola de aire comprimido. A continuación, lo apuñaló con un objeto afilado y lo asfixió hasta que lo mató.
El jurado concluye que el padre mató al niño "por venganza" a la madre
El tribunal ha concluido que Lukasz Czapla mató al pequeño de dos años como acto de revancha hacia su madre. La pareja se había separado un tiempo antes de los hechos; no obstante, la madre quería que el niño mantuviera un contacto estrecho con su padre, ya que nada la hacía sospechar de lo que podía pasar. Tal como ha declarado en la televisión escocesa, "a pesar de la ruptura (...) nunca impedí que se vieran. Julius lo quería como todos los niños quieren a su padre; confiaba en él completamente". La madre también ha declarado que "lo asesinó por venganza. Quería hacerme sufrir a costa de la vida de mi querido hijo".
La condena inicial por el asesinato del pequeño es de veintitrés años de prisión. A esta sentencia se suman, además, nueve cargos más, incluyendo conducción temeraria y la posesión de una pistola de aire comprimido, la misma con qué puso fin a la vida de su hijo. Por todo esto, la condena final ha sido de cadena perpetua.
La defensa alega problemas mentales
El abogado defensor de Lukasz Czapla alega que el ahora condenado sufre de varias enfermedades mentales. En concreto, explica que Czapla convive con una "enfermedad depresiva" que fue decisiva para llevar a cabo el asesinato de su hijo.
La defensa ha explicado que, en el momento de los hechos, el acusado se encontraba bajo los efectos del alcohol. Czapla habría mezclado bebidas alcohólicas con el consumo de medicamentos antidepresivos que le habían recetado. No obstante, el tribunal desestimó estos hechos, ya que, en un primer momento, el acusado se había declarado inocente por la muerte del niño.