Lamentable espectáculo el que se vivió este pasado martes en las puertas de la escuela Santa Maria de Gardeny de la ciudad de Lleida. A la llegada de los alumnos a primera hora de la mañana, uno de los padres agredió al profesor de su hijo porque el día anterior lo había reñido y le había dado un toque de atención por una cosa que había hecho mal. Eso no gustó nada a su progenitor, que al día siguiente fue hacia el docente y le propinó un golpe en la cabeza con las manos.
El director del centro educativo vio la agresión e intervino rápidamente para evitar que el conflicto fuera a más. Después de hablar con el padre, este recapacitó y entendió que lo que acababa de hacer estaba fuera de lugar. Pidió disculpas al profesor por agredirlo y, después de conversar entre los dos como personas civilizadas, se dieron las manos y dejaron el tema por cerrado al ver que todo había surgido de un malentendido. De hecho, el docente no quiso presentar una denuncia por lesiones contra su agresor ante los agentes de la Guardia Urbana que se activaron hasta el centro educativo y que felicitaron al director para solucionar el conflicto antes de su llegada.
Un acto para denunciar la violencia entre padres y profesores
A raíz de la agresión, sin embargo, desde la dirección de la escuela decidieron organizar para este miércoles un acto en el patio del centro en que miembros del equipo docente leyeron un manifiesto para denunciar la violencia y evitar que se puedan producir otras agresiones de padres a profesores. A pesar de sus reticencias iniciales, el hombre que había agredido al profesor el día anterior salió delante de todos y pidió disculpas públicamente al profesor, que solo hace unos tres meses que está trabajando en esta escuela de Lleida, y también en el resto de padres.