'Otoniel' ha caído. El Clan del Golfo, en jaque. La captura este sábado de Dairo Antonio Úsuga, alias 'Otoniel', el capo de la banda criminal de narcotráfico más grande de Colombia y el más buscado, pone fin a una carrera delictiva en distintas organizaciones ilegales del país. El presidente del Gobierno, Iván Duque, eufórico, ha celebrado la noticia como "el golpe más grande al narcotráfico desde la caída de Pablo Escobar en 1993". 

Recompensa de 5 millones

El Gobierno colombiano asestó este sábado el golpe más duro en casi tres décadas al narcotráfico con el arresto de 'Otoniel', el temido jefe del Clan del Golfo y el narcotraficante más buscado del país. Durante años, 'Otoniel' consiguió evadir al Ejército y a la Policía, que desarrollaron innumerables operaciones en la zona del Urabá (noroeste) pese a que el Gobierno colombiano ofrecía una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos (casi 800.000 dólares) y el estadounidense, cinco millones de dólares.

Dairo Antonio Úsuga David, alias "Otoniel" / RRSS

El capo está desde 2013 en la "Lista Clinton" de EE.UU. junto a los más peligrosos narcotraficantes y blanqueadores de dinero en el mundo. Su temida banda, también conocida como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), cuenta con más de 3.000 integrantes, según organismos de inteligencia.

"Con este golpe a 'Otoniel' en la Operación Osiris se marca el final del Clan del Golfo y a todos los que han pertenecido a esta estructura criminal el mensaje es claro y contundente: o se someten a la justicia de inmediato o les caerá todo el peso de la ley", ha dicho el presidente colombiano, Iván Duque, al confirmar la captura.

Según el Gobierno, el Clan del Golfo es responsable del envío de toneladas de cocaína a Estados Unidos, así como de montar una red criminal dedicada a cobrar extorsiones a empresarios y comerciantes en la región de Urabá, fronteriza con Panamá, y en la costa Atlántica principalmente.

Historial del narco más buscado de Colombia

'Otoniel' comenzó en la ilegalidad en las filas del Ejército Popular de Liberación (EPL), una guerrilla maoísta fundada en 1967 y de la que aún queda un pequeño reducto, según la base de datos especializada en crimen y narcotráfico Insight Crime.

Dairo Antonio Úsuga David, alias "Otoniel" / EFE

Del EPL se desvinculó en 1991 tras la firma de un acuerdo paz de ese grupo con el Gobierno colombiano, pero su tránsito a la vida en sociedad duró poco.

Más tarde ingresó a las filas paramilitares, primero en las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), que finalmente se agruparon en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), donde trabajó bajo las órdenes de uno de sus jefes más conocidos, Daniel Rendón Herrera, alias 'Don Mario', encargado de lavar activos y pagar extorsiones.

La desmovilización de las AUC en 2006 no fue del agrado de 'Otoniel'. Cuando la policía capturó a Don Mario en 2009, él y su hermano, Juan de Dios Úsuga, alias 'Giovanni', formaron "Los Urabeños", otro de los nombres con los que se conoció a las AGC o al Clan del Golfo.

Con su influencia, su experiencia en lavado de dinero y financiación y las redes del narcotráfico que quedaron huérfanas de las AUC, los hermanos consiguieron expandir su imperio desde el noroeste del país a muchas otras regiones donde aún hoy siguen disputándose corredores del narcotráfico o cosechas de cultivos con otros grupos armados como las disidencias de las FARC o el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

El Clan del Golfo: Cocaína y derramamiento de sangre

Al Clan del Golfo se le atribuyen numerosos crímenes de líderes sociales y jóvenes y es el culpable en gran medida de los masivos desplazamientos y confinamientos impuestos a comunidades -sobre todo de indígenas y afrodescendientes- en el Chocó y otras zonas del Pacífico.

En esas zonas, este grupo ha impuesto su ley, ha amedrentado a esta población, desfavorecida y dejada de lado por el Estado, con el cobro de extorsiones y se ha lucrado también de la minería ilegal y otros negocios ilícitos, usando una ubicación geoestratégica de lujo, con salida a dos océanos y la puerta de entrada a Centroamérica.

Derrocar el imperio

Para acabar con su imperio, el Ejército y la Policía lanzaron en 2015 la Operación Agamenón, con miles de efectivos, que durante más de seis años peinó el Urabá y acosó a sus más cercanos aliados. Durante ese proceso consiguió incautar más de 400 toneladas de cocaína.

Iván Duque, junto al ministro colombiano de Defensa, Diego Molano (2d), y el fiscal general, Francsico Barbosa (d) / EFE

En los últimos meses el Gobierno ha anunciado las bajas de algunos de los aliados de 'Otoniel' más próximos: su primo Harlinson Úsuga Úsuga, alias 'Orejas', fue extraditado a EE.UU. en marzo, mientras que ese mismo mes también se detuvo a su hermana, Nini Jhoana Úsuga, alias 'La Negra', jefa de finanzas de la banda.

Un mes antes era "neutralizado" Nelson Darío Hurtado Simanca, alias 'Marihuano', quien se consideraba el número 2 de la banda y era la mano derecha de 'Otoniel'.

En los últimos meses, el jefe del Clan del Golfo estaba ubicado en una zona rural del departamento de Antioquia rodeado de miembros de seguridad y médicos que le controlaban sus problemas de tensión y diabetes, según la policía.

Narcotráficante, criminal y "abusador de menores"

Además de ser acusado de narcotráfico y pertenencia a banda criminal, el presidente Duque subrayó hoy que también es un "abusador de menores" y "se le conoce también por esta demencia que lo llevó a abusar de manera recurrente de niños, niñas y adolescentes".

Sobre él pesan órdenes de extradición, que el Gobierno trabajará para responder, "sin que esto sea obstáculo para que también se conozca toda la verdad sobre el resto de los crímenes en el país", agregó el presidente.