Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres, de 42 y 33 años, acusados de cometer cinco robos con violencia, arrancando los bolsos a mujeres que paseaban por las calles de Barcelona, Hospitalet de Llobregat y Sant Just Desvern (Baix Llobregat). Los ladrones utilizaban motos robadas para efectuar los hurtos, circulando a gran velocidad por las aceras y haciéndose con su botín, tirando de las pertenencias de las víctimas, algunas de las cuales quedaron heridas a consecuencia de los asaltos.
Los agentes de las Unidades de Investigación de los distritos de Sants – Montjuïc y Sarrià, junto con los de Esplugues de Llobregat (Baix Llobregat), pusieron en marcha una investigación por aclarar cinco robos que pudieron conectar por la similitud en la ejecución, y que se habían producido entre los meses de enero y abril de este año.
Robaban motos para cometer más hurtos
El principal sospechoso de la policía catalana, el individuo de 42 años, primeramente robaba motocicletas que después utilizaba para cometer los hurtos, de manera que pudiera huir rápidamente. Su método era acercarse a potenciales víctimas por la acera, acelerar y hacer dar tirón a los bolsos que llevaban, a menudo causando heridas a las mujeres. De hecho, en una ocasión, llegó a arrastrar durante unos metros a una mujer de 58 años que se había quedado enganchada al bolso; en otra, hizo caer a una pareja de 85 años, quienes sufrieron varias fracturas de gravedad.
Gracias a las denuncias, los investigadores se enteraron de que no trabajaba solo, y que normalmente iba acompañado de otro hombre, que quedó identificado después de que perdiera el teléfono móvil durante un accidente con la moto mientras huían de uno de los robos. Gracias a eso, los pudieron localizar y detener en su domicilio el pasado 19 de abril. Después de pasar a disposición judicial, el hombre de 42 años ingresó en prisión de manera provisional, mientras que el otro quedó en libertad con cargos.
Amenazaron a una chica con un cuchillo
Solo uno de los cinco robos lo cometieron sin las motos. Una noche, mientras caminaban por Barcelona, pasaron por delante de una discoteca y vieron a una chica de 23 años con un bolso. Se acercaron a ella y la arrancaron del brazo antes de salir corriendo. La chica empezó a seguirles, momento que uno de ellos sacó un cuchillo y la amenazó con herirla antes de huir.