Nueva evolución en los interminables giros de guion del caso Daniel Sancho. El chef español, hijo del actor Rodolfo Sancho, lleva encarcelado en Tailandia desde el pasado 7 de agosto, acusado de haber matado y descuartizado al cirujano colombiano Edwin Arrieta. Sancho confesó el crimen a la primera, después de que la policía encontrara los restos de Arrieta en un vertedero de la isla de Koh Phangan, pero si la Fiscalía pensaba que sería un caso fácil de navegar, se equivocaba. Ya han pasado tres meses desde que se cometió el crimen, y Sancho no ha parado de dar detalles con cuentagotas que obligan a la acusación a replantear su ángulo. Todo, para evitar ser condenado a muerte, una pena todavía vigente y aplicable a Tailandia por delitos como el asesinato.

Ahora, Daniel Sancho asegura que mató a Arrieta para evitar ser víctima de una presunta agresión sexual. "Edwin quiso violarme y me defendí", ha repetido el procesado a amigos y familiares durante las últimas semanas, y, según ha adelantado El Periódico, pretende decir eso mismo ante el juez, el próximo 13 de noviembre. Según esta nueva versión, que añade importantes matices a las anteriores, Sancho intentó romper la relación que mantenía con el cirujano, pero este no lo quiso aceptar, poniéndose violento y llegando al punto de intentar agredirlo sexualmente.

Una discusión que derivó en una mortal pelea

Según la versión de Sancho, los dos quedaron a solas en el bungalow que habían alquilado para pasar unos días de vacaciones en este país del sureste asiático. El detenido intentó acabar con una relación que, según aseguró en repetidas ocasiones durante los últimos meses, había iniciado contra su voluntad, y de la cual no conseguía deshacerse, temiendo la venganza de Arrieta, que lo tenía amenazado con un presunto vídeo sexual que decía que haría público si Sancho lo abandonaba.

En Tailandia, sin embargo, Daniel Sancho se enfrentó con Edwin Arrieta, y le dijo que no quería continuar con él. Eso, siempre según la versión del acusado, encolerizó al cirujano, quien habría intentado violarlo en el proceso. En aquel punto fue cuando Sancho habría empujado al colombiano, haciendo que se abriera la cabeza durante la caída, matándolo. Posteriormente, el hijo de Rodolfo Sancho descuartizó el cadáver, y tiró los restos en un vertedero, donde fue descubierto poco después por las autoridades locales.