El doble crimen de Susqueda es un caso con muchas dudas sin resolver. Y ahora, ha salido a la luz una nueva incógnita que puede ayudar a aclarar los hechos. Se trata de Antoni, un vecino de Osona que asegura haber visto el 26 de agosto de 2017 un kayak medio desinflado en forma de V cerca de la zona donde está el embarcadero, por los entornos del pantano de Sau y Susqueda, y un coche misterioso con dos ocupantes que estaban discutiendo y que gesticulaban con indignación, según informa el diario El Punt Avui. ¿Sin embargo, qué hacía allí el vecino?

Una ruta en bicicleta

El vecino estaba haciendo una ruta en bicicleta por los entornos del pantano. Según ha explicado Antoni, bajando por la pista que viene de Sau vio en el agua el kayak. No le dio importancia y continuó su camino, pensando que alguien lo habría dejado allí porque se le había estropeado. Siguiendo la ruta de camino a Sant Martí Sacalm encontró un coche que venía del camino de la fuente del Borni. Dentro vio a dos hombres que le llamaron la atención porque estaban discutiendo, aunque no pudo escuchar nada. Él y su bicicleta enfilaron camino arriba hacia Sant Martí y el coche con los dos ocupantes fue en sentido contrario.

Antoni, al recordar aquel día, asegura que uno de los hombres, el conductor, llevaba barba y que los dos más bien eran "sucios". El coche era un modelo de color blanco sucio o gris y, podría ser un Peugeot 106 o bien un Ford Fiesta. El vecino, una vez llegado a Sant Martí Sacalm, vio que todavía tenía bastante batería en la bicicleta, así que decidió volver a hacer la misma ruta de vuelta hacia Osona.

Un testigo que llega cinco años tarde

A punto de hacer cinco años del doble crimen de Susqueda, Antoni ha decidido explicar los hechos ahora. Las cámaras de seguridad de las oficinas de la presa captaron su paso a las 9.51 horas a la ida y las 11.45 horas de vuelta, hecho que confirma que la vista del kayak y de los dos hombres misteriosos se corresponde al sábado 26 de agosto de 2017. Justo este mismo día, dos pescadores de Banyoles también vieron la pequeña embarcación, así como un pescador de Santa Coloma de Farners y unos motoristas de Sant Feliu de Guíxols. A diferencia de Antoni, los dos individuos lo declararon delante de los Mossos y su testigo consta en el sumario del caso, pero el ciclista de Osona ha tardado cinco años a explicarlo. Gracias a la publicación del libro El pantà maleït escrito por la periodista Tura Soler —El Punto Avui- y de escuchar una entrevista con la autora, hizo pensar al vecino que los dos hombres desconocidos del coche podrían tener relación con el caso o que fueran ellos quien querían hacer desaparecer el kayak en el agua desde el lado de la riera de Rupit, desde donde venían con el coche.

Los cuerpos de las dos víctimas aparecieron en la riera de Rupit

El kayak fue encontrado a la deriva del embarcadero, aunque no se descarta que lo hubieran puesto en el agua en la zona de la riera de Rupit, donde justo 30 días después aparecieron los cuerpos de las dos víctimas, Marc y Paula. También una posibilidad es que viniera de la zona de la rinconada de la Muntada o playa de los chinos, donde el lunes 28 —dos días después del hallazgo del kayak— fue encontrar el coche donde iban las víctimas, un Opel Zafira, hundido a siete metros de profundidad dentro del pantano.

La última geolocalización del móvil de una de las víctimas

Marc y Paula no eran de Osona. Venían del Maresme y habían hecho noche en el aparcamiento del bar de La Parada, en el Pasteral. Desaparecieron la mañana del 24 de agosto de 2017, cuando se adentraban en el lado de la riera de Rupit. Las últimas investigaciones sitúan el teléfono de Marc en el coche de Bartomeu Soler, un testigo que vivía en una barraca en la zona de los hechos, pero que misteriosamente apareció muerto en diciembre de 2019. Esta fue la última geolocalización del móvil de la víctima.

El asesino Jordi Magentí, principal sospechoso del doble crimen

Marc y Paula desaparecieron cuando iban a pasar un fin de semana en el pantano de Susqueda. Desgraciadamente, encontraron sus cadáveres con signos de violencia: Paula tenía un tiro en la cabeza y Marc llevaba una mochila llena de piedras. Aunque no se sabe quién los mató, el principal sospechoso es Jordi Magentí, un asesino que había estado en la prisión por matar una pareja años atrás. Sin embargo, de momento no hay pruebas suficientes para incriminarlo, por lo tanto, actualmente se encuentra en libertad.