La investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil ha concluido que la muerte del menor de 4 años encontrado en el interior de una secadora en su casa, en Magaluf, fue consecuencia de un terrible accidente, descartando cualquier imprudencia por parte de la tía del menor, que estaba a su cargo en el momento de los hechos. Después de interrogar a los familiares se ha podido saber que el chico solía hacer este tipo de bromas, escondiéndose en diferentes sitios de la casa para sorprender a sus padres o a su abuela; este hábito ya le había valido alguna reprimenda en el pasado.

Los agentes han reconstruido los últimos momentos del niño después de desplazarse al piso, en la avenida s'Olivera. Las primeras informaciones ya apuntaban en el hecho de que la tía del niño, de 17 años, se había quedado dormida en el sofá y fue en aquel momento que el pequeño salió a la terraza sin supervisión y se metió dentro de la secadora, quedándose atrapado al cerrarse la puerta y no poder abrirla desde dentro. De hecho, tía y sobrino se quedaron dormidos juntos en el salón, pero el niño, habiéndose despertado primero, decidió hacerle una de sus típicas bromas.

Descartan imprudencia por parte de la familia

Los padres y la abuela del niño habían salido a la calle, dejándolo a cargo de su tía, como en otras ocasiones. La puerta de la terraza, donde estaba la secadora en la que perdió la vida el menor, estaba abierta para dejar salir a los perros de la familia; nadie se esperaba que el chico pudiera llegar a meterse dentro de la máquina. Cuando volvieron, la adolescente todavía dormía, pero el niño no estaba en ningún sitio. Lo buscaron por todas partes, sin éxito. Desesperados, decidieron mirar en el interior de los diferentes electrodomésticos, y fue entonces que lo encontraron, ya sin vida.

La reconstrucción de la policía ha revelado que el menor intentó abrir la puerta desde dentro al darse cuenta de que se había cerrado, y dio golpes con los puños, provocándose heridas en los nudillos. Los golpes no fueron suficientes para despertar a su tía, y el menor murió asfixiado al quedarse sin aire en aquel espacio tan pequeño. Descartan, por lo tanto, un caso de imprudencia, y el suceso ha quedado resuelto como un accidente doméstico.

La familia del niño ha tenido que recibir atención psicológica por la conmoción causada por la tragedia, y la noticia de su muerte ha impactado los vecinos de Magaluf, donde los padres del menor, así como la abuela, son muy conocidos.