Un niño de 13 años ha evitado el secuestro de su hermana pequeña, de solo 8, armado con unas piedras y un tirador. Los hechos tuvieron lugar en Michigan, en los Estados Unidos, en un momento que los menores se habían quedado solos en el patio de su casa. En un momento determinado, cuando el chico se alejó de su hermana, un hombre accedió al jardín e intentó llevarse a la niña por la fuerza. Al oír los gritos de la menor, el niño volvió para ver qué sucedía, y se encontró a su hermana en los brazos de un hombre desconocido, y la pequeña llorando y forcejeando en un intento por conseguir deshacerse de él. El adolescente no perdió ni un segundo y, cogiendo unas piedras, las lanzó con su tirador apuntando al cabo del secuestrador. Este sufrió varias heridas sangrantes en la cabeza y, finalmente, soltó a la niña antes de huir del sitio.

Estaban jugando en el jardín de su casa

El hermano mayor se quedó a cargo de la pequeña mientras los padres salían a hacer unas compras. Como hacía buen tiempo, decidieron salir a jugar al patio. Después de un rato, el niño decidió devolver dentro de casa para coger unos juguetes, momento que el secuestrador, que habría estado vigilando a los menores en todo momento, aprovechó para intentar llevarse a la niña. Afortunadamente, actuó demasiado pronto, y el adolescente todavía no había entrado en casa cuando el hombre cogió a su hermana. Esta empezó a gritar, y aunque el secuestrador le tapó la boca con una mano, su hermano ya había oído el jaleo y decidió volver para ver si su hermana se encontraba bien.

Al darse cuenta de lo que pasaba, actuó inmediatamente para evitar el secuestro de la menor. Empezó a disparar con el tirador, cogiendo las piedras que encontraba por el jardín, hasta que el hombre soltó a la niña y huyó, sangrando profusamente por la cabeza. El niño, pues, llamó a sus padres para explicarlos lo ocurrido, y estos denunciaron los hechos a la policía.

Se escondió en una gasolinera

Los agentes acudieron al domicilio donde estaban los hermanos mientras volvían los padres. El chico pudo dar una descripción detallada del secuestrador, y varias patrullas empezaron una búsqueda por el barrio con el objetivo de localizar y detener al autor de los hechos. Al cabo de un rato lo encontraron escondido en los lavabos de una gasolinera próxima, con varias heridas tanto por la cabeza como por el resto del cuerpo. Al identificarlo, los agentes descubrieron que ya había sido detenido por intentar secuestrar a otra menor hacía meses y, después de pasar por comisaría para ser interrogado, ingresó en la prisión.