Los mafiosos también se esconden y muchos lo hacen en la costa catalana. Tras la cantidad de fugitivos internacionales que la Policía Nacional detuvo en 2024, uno de los casos más destacados y mediáticos han sido los tres arrestos de un importante clan serbio. Primero capturaron a un miembro de la organización y la investigación posterior les llevó hasta el líder y su persona de confianza, un lugarteniente. Las reclamaciones de estos tres individuos proceden de varios países europeos y muchas de las acusaciones y condenas vienen por varios asesinatos, entre otros, los de miembros del clan rival Skaljari. Todos ellos se mueven, sobre todo, por Montenegro —pese a ser de origen serbio y que el citado país balcánico es independiente desde 2006—, pero en momentos de supuestas crisis aparecen por otros lugares y Catalunya se ha vuelto uno de ellos.
La Policía Nacional detuvo el año pasado, 2024, a tres miembros del clan Kavacki, una organización criminal originaria de Montenegro y que supuestamente están involucrados en asesinatos, algunos de ellos por encargo, el tráfico de drogas, el blanqueo de capitales y otros delitos violentos. Estas bandas con epicentro montenegrino son particularmente activas en Europa, especialmente en los últimos años, y pese a las detenciones que se han producido por todo el continente, las dificultades para desmantelarlas por completo son evidentes, debido a que son transnacionales y tienen una estructura realmente compleja. Respecto a los crímenes, la mayoría han sido perpetrados en Belgrado (Serbia) y en Montenegro, pero también se han dado casos en otros países en los que podrían estar involucrados. Generalmente, sus víctimas u objetivos son miembros de clanes rivales o todo aquel que se interpone en sus oscuros negocios.
Tres detenidos de la mafia serbia (y montenegrina) en Catalunya
Marko Stanković, conocido como el Jaguar, de 46 años, fue detenido por la Policía Nacional en Lloret de Mar (Girona), según han explicado fuentes policiales a ElCaso.com, el pasado 28 de febrero. Este miembro de la organización, que podría ser líder de una facción del clan Kavacki, desencadenó una investigación policial que ha culminado con los arrestos de Nikola Vušović, conocido como Johnny de Vracar, que sería uno de los líderes del Vracar y que a su vez sería jefe y uno de los principales colaboradores de la banda citada anteriormente. Su captura se produjo el 18 de octubre en Barcelona.
El último en caer ha sido el supuesto lugarteniente de Vušović y por lo tanto número dos de Vracar. La Policía Nacional lo localizó y lo detuvo el pasado 22 de octubre en Barcelona. Este fugitivo había huido de la justicia tras su participación en la muerte de un miembro del clan rival desaparecido en marzo de 2020. El cadáver de la víctima fue hallado un mes después, en abril de aquel año, en un pozo cerca de Sopot (Serbia) con una herida mortal de bala. Aunque quizás este no es, al parecer, el más sanguinario de los tres arrestados.
'Johnny' y el 'Jaguar', escondidos en Catalunya
Su jefe, Vušović, está acusado de un triple asesinato, por las muertes del "Pantera Rosa" Aleksandar Sarac, el empresario Dragan Ristic Čadja y el aficionado Aleksandar Halabrin. Además, los diferentes investigadores de los Balcanes sospechan que puede estar relacionado con el crimen de Marko Ljubiša Kan, según apuntan medios serbios como Blic. Este capo arrestado en octubre en Barcelona es de los más especializados, sobre todo en crímenes más complejos y cuenta con una ruta como prófugo que ha dado la vuelta al mundo.
El fugitivo fue arrestado en República Dominicana en marzo de 2021, pero no fue extraditado a Serbia, sino que fue puesto en libertad. En ese momento había sido vinculado con la muerte del entonces presidente haitiano Jovanel Moise, la noche del 6 al 7 de julio de aquel año, aunque las acusaciones nunca fueron confirmadas. La desaparición en Dominicana tras quedar en libertad no es la primera para el fugitivo. De hecho, hace quince años se escapó de la cama del hospital del Centro Clínico de Serbia. Y, tras volver a Montenegro y relacionarse con los líderes del clan Kavacki, como Radoj Zvicer, según relata el diario Kurir, y colaborar en sus negocios, finalmente fue detenido en Barcelona por la Policía Nacional.
Aunque, posiblemente, el caso más particular sea el del Jaguar, el miembro que hizo abrir la investigación, según explican fuentes cercanas al caso a este medio, tras su detención en Lloret de Mar el pasado 28 de febrero. Stanković fue condenado, tiempo atrás, a doce años de prisión por asesinato en 2009 y cumplió condena en la prisión de Zabela, donde publicó un libro que obtuvo el tercer lugar en el Festival de Creatividad Literaria para Convictos de 2018. Pero antes de entrar en la cárcel, tras matar a un hombre armado en un restaurante en 1998, huyó a Países Bajos, donde finalmente fue extraditado hace 16 años a Serbia y, de nuevo, apareció en la otra punta del mundo y fue arrestado por las autoridades españolas.
Más de 60 muertos en la lucha entre clanes serbios y montenegrinos
El enfrentamiento entre los miembros de Vracar o Kavacki con el clan Skaljari se originó en el año 2014. Curiosamente, pese a ser clanes afincados en el sur oriental del continente europeo, el conflicto estalló con la incautación de un cargamento de cocaína en el Puerto de València. Todo ello, sumado a sus recurrentes ajustes de cuentas, ha provocado más de 60 muertos en los últimos años, tal y como explica la Policía Nacional. En cualquier caso, la mayoría de los miembros de estos clanes fueron detenidos hace unos meses en un importante operativo policial en Serbia, también sospechosos de asesinatos o intentos de homicidio.
Cabe destacar que, aunque el clan Vracar y el clan Kavacki son organizaciones diferentes, cada una con áreas de operación principales en Belgrado y en Montenegro, respectivamente, se han visto involucrados en varios conflictos. De hecho, se cree que existe una cercana colaboración, lo que en la práctica podría representar diferentes facciones de un grupo heterogéneo, y pese a que en ocasiones han competido por el control de territorios y negocios, se han forjado alianzas sólidas a lo largo de su historia. Ambas organizaciones, que sobrepasan las fronteras de Serbia y Montenegro, están consideradas entre las más peligrosas y activas de los Balcanes y de Europa.