Dos motoristas que decidieron hacer de la AP-7 su circuito de acrobacias particular han acabado denunciados por los Mossos d'Esquadra por conducción temeraria. Los hechos tuvieron lugar el pasado 26 de mayo, en torno a las nueve de la noche, cuando los dos motoristas, a la altura de los municipios de Mollet del Vallès y Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), empezaron a hacer adelantamientos peligrosos por el arcén de la autopista o circular a grandes velocidades levantando la rueda delantera, en una práctica conocida popularmente como caballito, o tumbándose sobre la moto y colocando los pies en el manillar como si se tratara de las manos.
Estas peligrosas acrobacias, que pusieron en riesgo la vida de los propios motoristas, pero sobre todo del resto de usuarios de la vida, fueron grabadas por el pasajero de un coche que circulaba a su lado y que puso los hechos en conocimiento de los Mossos d'Esquadra. Gracias a las imágenes grabadas que este testigo les facilitó, los investigadores de la policía catalana pudieron identificar a los dos propietarios de la moto, una vecina de Terrassa de 20 años y un vecino de Santa Perpètua de Mogoda de 22, los dos de nacionalidad española, que quedaron denunciados por los hechos el 4 de junio. Ahora, tendrán que acreditar si eran ellos los que llevaban las motos o eran otras personas. En este último caso, si no dicen quiénes eran, tendrán que pagar ellos la multa igualmente.
Circula droga y borracho por la AP-7 con la hija de 16 años en el coche
Por otra parte, los Mossos han detenido a otro hombre por conducción temeraria en la AP-7. Los hechos tuvieron lugar el pasado 28 de junio, cuando un vehículo se saltó un radar a la altura de Martorell circulando a 184 km/h. Cuando los agentes de la policía catalana lo pararon e identificaron el conductor, vieron que no disponía del carné necesario para conducir un coche. Además, cuando le hicieron las pruebas de alcohol y drogas, dio un resultado de 0,66 mg/l en el de alcoholemia y positivo en consumo de cocaína y marihuana en el de drogas. Todo, mientras llevaba a dos menores en el coche, su hija de 16 años y un amigo de esta de la misma edad.