Nacho Vidal puede respirar tranquilo después de superar uno de los momentos más difíciles de su vida. El Juzgado de Instrucción 2 de Xàtiva lo ha exculpado del homicidio de José Luis Abad, el fotógrafo que murió en el año 2019 en casa del exactor porno después de consumir veneno de sapo durante un ritual chamanista. El magistrado ha decidido archivar la causa de homicidio imprudente por el cual se lo investigaba, ya que el informe del Instituto de Toxicología y Ciencias Forenses concluye que la víctima murió por la combinación del veneno con la ingesta de cocaína previa.

A raíz de los resultados de los especialistas forenses, el juez considera que Abad había participado voluntariamente en el ritual chamanista después de haber consumido cocaína. Nacho Vidal declaró que no tenía conocimiento que el fotógrafo hubiera consumido previamente la droga antes de ir a su casa y que, en caso de saberlo, no le hubiera dejado consumir el veneno de sapo. El médico forense confirmó que la mezcla de las dos sustancias provocan un aceleramiento de los latidos del corazón, arritmia y un aumento de la presión arterial. Eso, agravado por el hecho de ser fumador y consumidor habitual de alcohol y drogas, le provocó un paro cardiaco del cual no se pudo recuperar.

Un trágico ritual chamanista

Los hechos por los cuales se investigaba a Nacho Vidal tuvieron lugar el 28 de julio de 2019 en una masía que el exactor porno tiene en la localidad de Énguera, en Valencia. Una prima de él organizó un encuentro con la víctima y otro amigo para que los cuatro hicieran un ritual chamanista. Había sido el mismo fotógrafo quien había insistido en hacerlo y había llevado el anfibio. Lo hicieron en el jardín, al aire libre, y la víctima fue el primero a consumir el veneno. Los otros grabaron el ritual con el teléfono móvil y, después de 20 minutos, Abad perdió el conocimiento y empezó a tener problemas para respirar. Vidal le roció la cara con agua y llamaron a los servicios de emergencias. Cuando los sanitarios llegaron, Abad ya estaba muerto.