Un agente de los Mossos d'Esquadra deberá pagar 500 euros de multa por la detención de un chico a quien acusó falsamente de haberlo agredido durante un desahucio en 2019 en el barrio del Fort Pienc de Barcelona. Así lo ha decidido la sección de apelaciones de la sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que considera que fue una detención "innecesaria y gratuita", pero no ilegal. Por este motivo, deberá pagar la sanción económica y una indemnización de 175 euros al joven detenido, pero no ha quedado inhabilitado para ejercer sus funciones de policía.
Lo detuvo convencido de que lo había agredido
La detención del chico se produjo durante un desahucio en 2019, cuando el agente lo acusó de haberlo golpeado. El joven fue procesado por un delito de atentado contra los agentes de la autoridad y estuvo a un paso de ir a juicio, pero la aparición de un vídeo desmintió completamente la versión del policía y demostró que el chico no había hecho nada. Tanto la Audiencia de Barcelona primero como ahora el TSJC consideran que, si bien la agresión nunca existió, el agente tenía la "creencia errónea" de que el joven lo había golpeado y, por lo tanto, absuelven al policía del delito de detención ilegal.
En el momento del juicio, el agente aseguró que "percibió" que el joven le daba un codazo en el casco, cosa que en el vídeo no aparece en ningún momento después de haber sido visionado "de manera reiterada y minuciosa". No obstante, en las imágenes también se ve como en el momento de detener al joven, el policía se tocó el casco cuando otra chica le recriminaba que lo arrestara, un gesto que según los jueces muestra que el manifestante "pudo llegar a tocar" el casco. Aunque no se aprecia ningún ataque del joven al policía, se da por bueno que hubiera habido un "posible roce" que hizo que el agente se pensara que lo había agredido y lo acabara deteniendo.
Una actuación policial desproporcionada
A partir de las imágenes del vídeo, desde el TSJC consideran que este golpe involuntario del detenido es verosímil y rechazan que se trate de una "deducción irracional", tal como aseguraban la fiscalía y el abogado de la acusación particular. Al mismo tiempo, sin embargo, la sentencia rechaza el recurso de la defensa pidiendo la absolución y critica la actuación policial al considerar que los golpes y la reducción que el policía efectuó a la víctima "no eran necesarias para apartarlo ni proceder a su detención", sino más bien "una reacción violenta en respuesta a esta supuesta agresión".