Mireia, la mujer de 24 años que secuestró a un bebé en el Hospital de Basurto de Bilbao, ha ingresado voluntariamente en la unidad de psiquiatría de este mismo hospital, después de que el sábado pasado se la dejara en libertad provisional. La secuestradora se presentó en Urgencias pidiendo ser atendida por motivos psicológicos. Tuvo que esperar que se entregara una habitación al pabellón Escuza de enfermedades mentales, pero finalmente le han asignado una cama.
La jueza que llevó el caso había decretado en su auto que no encontraba indicios que hicieran necesario un internamiento hospitalario, basándose en el informe médico presentado en la audiencia; según los forenses especializados en psiquiatría, no se había detectado en ella un brote psicótico agudo que justificara el internamiento. Lo que sí que apreciaron, sin embargo, fue un ligero retraso que podría afectar a sus facultades.
No obstante, el abogado de la acusada había hecho unas declaraciones a los medios en los cuales aseguraba que su cliente se había comprometido a ingresar de manera voluntaria en un centro, a pesar de la resolución de la jueza.
Sacó al niño en una bolsa de la compra
Los hechos que se le imputan tuvieron lugar el pasado miércoles 19 de octubre, cuando la acusada se coló en la unidad de maternidad del Hospital de Basurto vestida de sanitaria, se llevó el bebé de la habitación de la madre con la excusa de hacerle unas pruebas, y le sacó del hospital escondido en una bolsa de supermercado. Era su cuarto intento de secuestro aquella noche, ya que había intentado llevarse a tres bebés diferentes de la misma planta, sin éxito.
Mireia se habría quedado embarazada en febrero, pero sufrió un aborto espontáneo que no pudo superar. Lo mantuvo en secreto, incluso delante de su familia y pareja, y siguió aparentando estar encinta. Compró ropa, juguetes, etc., y mostró ecografías falsas para sostener su mentira.
La policía la arrestó poco después en el barrio de Zorrotza. Pasó dos días en la prisión y finalmente fue puesta en libertad sin medidas cautelares. La familia del bebé secuestrado ha declarado que pedirán una orden de alejamiento contra ella.