Un turista catalán de 36 años ha muerto en la isla de Bali, en Indonesia, cuando estaba practicando pesca submarina con un equipo inadecuado. Los hechos tuvieron lugar la tarde del domingo pasado en la localidad costera de Pemuteran, en el noroeste de la isla, donde la víctima había entrado con un visado de turista. Entre las actividades que tenía programadas para hacer durante su estancia al país asiático había la de hacer pesca submarina junto con otras personas. El hombre, vecino de Esplugues de Llobregat, se sumergió en el agua con gafas y un tubo de esnórquel, pero ya no volvió a salir.
Al ver que había pasado el rato establecido y el hombre no volvía a salir a la superficie, los acompañantes que iban con él en el barco se empezaron a preocupar e hicieron una primera búsqueda para intentar localizarlo, pero fue infructuosa. Así pues, se alertó a las autoridades y a un grupo con equipo de buceo, que empezaron a hacer una nueva búsqueda. En una segunda inmersión, uno de los buzos localizó sin vida a la víctima a una profundidad de unos 20 metros. Acto seguido, se inició el operativo para recuperar los restos mortales del turista catalán.
Un equipo inadecuado para hacer aquella inmersión
Según figura en el informe policial de los hechos, "se sospecha que la víctima sufrió un desmayo o falta de oxígeno mientras pescaba a las profundidades del mar a causa de un equipo inadecuado". El jefe de la Policía del distrito de Gerokgak, Made Derawi, ha detallado a EFE que el vecino de Esplugues de Llobregat "estaba utilizando un equipo de esnórquel que no era adecuado para esta profundidad. Pero él decidió bucear a más profundidad, de acuerdo con los testigos". La Policía ha decidido no abrir ninguna investigación y ya se ha notificado el suceso al consulado de España, con el fin de informar a la familia y que se inicien las gestiones para poder repatriar el cuerpo.