Un hombre de 76 años ha muerto este jueves en un incendio forestal que se ha producido en el término municipal de la Pobla de Massaluca, en la Terra Alta (Tarragona). Los servicios de emergencias han recibido el aviso del fuego hacia las doce del mediodía y se han activado quince dotaciones terrestres de los Bombers de la Generalitat, dos helicópteros y dos avionetas de vigilancia y ataque, así como una unidad helitransportada aragonesa. Los flancos se han podido controlar rápidamente y la cabeza del fuego ha ido a parar en un campo de almendros, haciendo que las tareas de extinción se centraran especialmente en los focos secundarios generados por el viento que soplaba en la zona. Pasadas las dos del mediodía, sin embargo, se ha podido dar por estabilizado.

Encuentran muerto al agricultor que había provocado el incendio por accidente

Una vez a media tarde el incendio ya se había dado por controlado y se estaba inspeccionando la zona, se ha encontrado el cadáver calcinado de un hombre dentro del perímetro afectado por el fuego, que ha quemado una extensión aproximada de una hectárea. La víctima es un campesino de 76 años y vecino del mismo municipio de la Pobla de Massaluca. Según las primeras investigaciones llevadas a cabo sobre el escenario, habría sido el mismo agricultor quien habría provocado el incendio de manera accidental cuando una crema de restos agrícolas se le ha ido de las manos. De hecho, la persona que hacia el mediodía ha dado el aviso al 112 había sido su mujer.

Una vez las llamas han podido ser apagadas y se ha encontrado los restos mortales del agricultor, los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación con el fin de aclarar los hechos y saber qué ha pasado. El cadáver, a pesar del estado calcinado en que se encontraba, no presentaba ningún signo de violencia y, después del levantamiento del cadáver, se lo ha trasladado al anatómico forense a fin de que se le practique la autopsia y determinación las causas de la muerte. Las principales hipótesis son que habría muerto de forma accidental intentando controlar las llamas o que ha sufrido algún problema de salud repentino.