El metro de Barcelona ha vuelto a registrar un nuevo hecho trágico. Un hombre ha muerto arrollado por un convoy tras caer a las vías de forma accidental. Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado, 22 de noviembre, pasadas las once de la noche, cuando el hombre se encontraba en la estación de Diagonal, concretamente en uno de los andenes de la L3. Por causas que a estas horas se están investigando, el hombre tropezó, perdió el equilibrio y cayó a las vías, donde un convoy lo arrolló sin que el conductor pudiera hacer nada por evitarlo.

Al recibir el aviso del incidente, hasta el lugar se desplazaron efectivos de los Mossos d'Esquadra y del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). Los sanitarios atendieron a la víctima, consiguieron estabilizarla y la evacuaron aún con vida hasta un hospital de Barcelona. Sin embargo, el hombre acabó muriendo en el centro hospitalario a consecuencia de la gravedad de las heridas que presentaba. Los Mossos d'Esquadra están investigando los hechos para intentar esclarecer cómo sucedió todo, siendo clave el testimonio de las personas que lo presenciaron y de las imágenes de las cámaras de seguridad de la estación. Por ahora, todo apunta a que fue una caída fortuita y accidental.

Varios vigilantes atacados y heridos durante el fin de semana

Más allá del trágico atropello mortal, el metro de Barcelona también ha sido escenario este fin de semana de agresiones a vigilantes. La madrugada del sábado, unos jóvenes de etnia gitana que estaban fumando marihuana dentro de la estación de Trinitat Vella atacaron al personal de seguridad cuando les recriminaron la acción. Como respuesta, los chicos atacaron a los vigilantes, rociándolos con gas pimienta, lanzándoles objetos y amenazándolos con una porra extensible y un arma de fuego. Fruto de la agresión, uno de los vigilantes acabó con la cabeza abierta.

Ya el lunes por la mañana, una chica que iba muy borracha empezó a provocar altercados y a gritarle a su pareja, lo que obligó a intervenir al personal de seguridad. El vigilante comprobó que la mujer iba sin billete y, al llegar a la estación de La Pau de la L4, le hizo bajar del convoy. Fue entonces cuando la mujer empezó a insultarle, a escupirle y le dio tres puñetazos en la nariz y dos patadas en la pierna. Finalmente, los Mossos se presentaron en la estación e identificaron a la pareja, aunque no quedó detenida.