Conmoción en la localidad de Murillo del Río Leza, un pueblo de la Rioja de poco más de 1.500 habitantes. Aunque este fin de semana se celebraban dos bodas, el ambiente es de luto y tristeza. Un vecino del municipio de 32 años ha muerto después de ser atropellado por su propio coche por un descuido. Los hechos se han producido hacia las cuatro y media de la madrugada de este sábado, cuando el hombre ha estacionado en la calle Joaquín Míchel y ha bajado del vehículo sin poner el freno de mano.

El coche ha empezado a impulsarse hacia adelante justo en el momento en que él pasaba y lo ha embestido sin que ni su hermano ni otro amigo que lo acompañaban pudieran hacer nada para evitarlo o detener el vehículo. Rápidamente, se ha alertado de los hechos a los servicios de emergencias y se han desplazado hasta el lugar efectivos de la Guardia Civil y de los servicios sanitarios, pero las heridas que presentaban eran incompatibles con la vida y solo han podido confirmar su muerte.

Dos bodas y un pueblo lleno de silencio

El alcalde del Murillo de Río Leza, Sergio Chicote, se ha mostrado consternado por lo que ha calificado de un suceso "difícil de asumir". La conmoción en el pueblo, donde se han decretado tres días de duelo, es total. "Hubo una boda anoche y otra esta mañana y, no obstante, hay un silencio sepulcral por todos los rincones", ha explicado el alcalde. De hecho, el trágico accidente ha tenido lugar justo en las puertas de casa de una de las novias y ha sido el padre quien, en un día tan especial para la familia, ha tenido que llamar a los servicios de emergencias para alertar de lo que acababa de pasar. "Es un suceso difícil de explicar y asumir, una causalidad muy desgraciada que ha afectado a un chico que conocíamos todos," ha concluido muy emocionado al alcalde.