La investigación que ha llevado a cabo la Guardia Civil ha determinado que el incendio que este domingo mató a una familia entera en Guillena (Sevilla) se originó a raíz de la explosión de la batería de un móvil que habían dejado cargando encima de un sofá. Los primeros indicios parecía que indicaban el foco en un patinete eléctrico que los peritos encontraron en la planta baja de la casa adosada de dos plantas donde vivían José Antonio y Antonia, de 47 y 52 años, respectivamente, y sus dos hijos, José Antonio, de 20 y Adrián, de solo 16.

Los expertos pasaron todo el día del lunes recopilando pruebas por toda la casa, que quedó calcinada, en busca de algo susceptible de haber provocado una llamarada que se acabó convirtiendo en un devastador incendio que va arrasa la vivienda en cuestión de minutos sin que el matrimonio y los hijos tuvieran tiempo de escapar. Las llamas empezaron en la planta baja y se extendieron rápidamente a la parte de arriba donde dormía la familia, que vio obstruida su vía de escape por la puerta principal. Intentaron subir al terrado, pero las rejas de la terraza estaban cerradas con llave y no se pudieron salvar.

El incendio se extendió por toda la casa en solo 15 minutos

Según el alcalde de Guillena, Lorenzo Medina, entre que se declaró el fuego y que las llamas acabaran consumiendo todo el adosado pasaron solo 15 minutos. Las llamas salían por las ventanas cuando algunos de los vecinos empezaron a tirar agua en un intento por sofocarlas, a la vez que alguien traía una radial para tratar de cortar las rejas que impedían a la familia salir hacia el terrado. A pesar de sus esfuerzos y los de los bomberos y efectivos de emergencias que llegaron casi inmediatamente, no pudieron rescatar a tiempo a las cuatro víctimas.

Este lunes, los vecinos del municipio han despedido a la familia Rendón Hidalgo en una ceremonia oficiada en el polideportivo de la localidad que acogió la capilla ardiente y el posterior funeral. Los cuatro eran muy conocidos y queridos en Guillena. "Estamos consternados. Ha sido un golpe muy duro", han explicado algunas de las personas que los conocían de toda la vida.

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La familia Rendón Hidalgo era muy conocida en Guillena / Raúl Caro, EFE.