Este domingo de madrugada, el 8 de junio, a las dos y media, los Mossos recibieron un aviso de que había una pelea en un piso de la calle Fluvià, en el distrito de Sant Martí, en Barcelona. Una mujer dijo que solo había discutido con su expareja, pero que ya no estaba en el piso. Los agentes no localizaron, desde el exterior, a nadie más y se marcharon. Pero con la mosca detrás de la oreja. Al cabo de poco rato, y por la intuición de que algo no iba bien, sabiendo que en ese piso había vivido un hombre que tenía una orden de alejamiento y que acumulaba una veintena de detenciones, la mayoría por delitos de maltrato, volvieron al bloque de la calle Fluvià. Esta acción, apuntan fuentes policiales, salvó la vida de la mujer, según ha podido saber ElCaso.com.
Cuando regresaron, ya encontraron signos de violencia en la entrada del bloque. Al subir por las escaleras, encontraron al hombre encima de la mujer, estrangulándola con el cable de la televisión. El agresor había golpeado en varias ocasiones a la mujer, que ya estaba inconsciente en el suelo, en el exterior del piso, con este individuo encima. Los agentes redujeron y detuvieron al hombre, que respondió con mucha violencia contra los agentes, llegando a herirlos. Los policías atendieron a la mujer y activaron una ambulancia del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), que pudo estabilizar a la mujer y la trasladó grave a un hospital. La actuación de los agentes, aseguran también fuentes médicas y la mujer, en su declaración posterior, fue clave. Le salvaron la vida. Los agentes se lo repensaron y volvieron al piso, con la intuición de que algo no iba bien, y acertaron.
El hombre, de unos 40 años, originario de Sudamérica, es conocido por la policía de Sant Martí. Además de esta veintena de detenciones, también se le conoce por su peligrosidad y violencia, sobre todo contra sus parejas, pero también contra la policía. En el momento de la detención, además de intentar matar a su expareja, también atacó a los policías. Entre los antecedentes que tiene el arrestado, también figura un homicidio, según fuentes policiales.
A prisión
El hombre fue detenido por atentado contra agentes de la autoridad, por tentativa de homicidio y por quebrantamiento de condena —tenía prohibido, por un juez, por sus antecedentes, acercarse a la mujer. El 10 de junio fue entregado al juzgado de violencia contra la mujer de Barcelona, que, después de leer el atestado policial, recoger todos los antecedentes y escuchar a la Fiscalía, que pidió el ingreso en centro penitenciario, lo envió a prisión. El juez considera que, a pesar de tener varias órdenes de alejamiento, ha seguido acosando a la mujer y la ha vuelto a agredir, un hecho que evidencia el peligro del riesgo de reiteración delictiva, que es uno de los tres argumentos que permite a los magistrados ordenar una orden de prisión. Este salvaje, de momento, pasará unos meses entre rejas.