Durante los últimos meses del 2024, decenas de ganaderos de toda Catalunya, pero en especial, del Camp de Tarragona, denunciaron la desaparición de más de 300 cabezas de ganado, entre cabras y ovejas, que alguien se ha dedicado a robar. Ante esta situación, a finales de año la Federació d'Entitats Catalanes de Ramaders d'Oví i Cabrum (FECOC) se reunió con los Mossos d'Esquadra para tratar de encontrar una solución a esta problemática que ya ha obligado a varios pastores a dejar la ganadería y a otros, tomar medidas tan drásticas como pasar la noche en el corral para evitar que alguien entre y se lleve los animales.

Los Mossos examinan los animales de decenas de granjas para comprobar que no sean robados

Estos días, la policía catalana ha intensificado el control y la vigilancia en torno a las explotaciones agrícolas y ganaderas del Camp de Tarragona, a la vez que examinaban la actividad de muchas granjas de la zona para detectar alguna irregularidad administrativa que pueda indicar que los animales son robados. Los microchips que tienen que llevar los animales por ley para garantizar su trazabilidad son fundamentales para poder determinar si las cabras y ovejas inspeccionadas pertenecen realmente a la explotación en la que se encuentran. De momento, todo parece estar en orden, y los centenares de animales sustraídos todavía no han podido ser localizados.

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Se comprueba el microchip de los animales para controlar a qué granja pertenecen / CME.

Desde la FECOC han explicado que los robos de ganado "comportan unos agravios muy negativos para el mantenimiento de las explotaciones"; esta situación se ha vuelto “insoportable” para algunos de los ganaderos que han optado por vender su rebaño y dejar su trabajo. Otros profesionales del sector han tenido que invertir en caros sistemas de videovigilancia para poder tener a los animales controlados y garantizar que nadie se los lleve, ya que podrían quedarse sin posibilidades de ganarse la vida.

Hay especial preocupación con la llegada de la primavera, por el hecho de que muchos de estos robos se suelen concentrar en torno a la celebración musulmana de la Fiesta del Sacrificio o la Fiesta del Cordero. Los robos de cabras y ovejas se producen sobre todo en las comarcas de la Conca de Barberà, el Baix Camp y el Alt Camp, y las granjas inspeccionadas estos días se encuentran en los municipios de Santa Oliva, Pla de Santa Maria, Marçà, L'Espluga de Francolí, Roda de Berà, Constantí y Cambrils, según ha explicado el Diari de Tarragona.

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Muchos de los robos se producen a partir de la primavera / CME.