Los Mossos d'Esquadra detuvieron a seis hombres en solo 24 horas después de pillarlos mientras colocaban marcadores en las puertas de pisos de diferentes calles de Barcelona con el objetivo de determinar si quedaban vacíos o no durante las vacaciones de Semana Santa. Los arrestos se hicieron los pasados 24 y 25 de marzo en el contexto del dispositivo de prevención de robos con fuerza llevado a cabo por la unidad de Seguridad Ciudadana de la policía catalana. Algunos de los delincuentes, originarios de Rumania, Georgia y Marruecos, ya eran conocidos de los Mossos.
Seis detenciones en un fin de semana
A los primeros tres ladrones los pillaron la madrugada del 24 al 25 de marzo. En torno a las 1:20 horas, en la calle València, unos agentes de paisano reconocieron a un hombre de 37 años con varios antecedentes por robos y decidieron seguirlo. Al cabo de poco rato se le unió otro hombre, de 42, y los dos empezaron a caminar por la calle en actitud sospechosa, mirando a su alrededor para asegurarse de que nadie los seguía. Acabaron deteniéndose delante de un edificio cuya puerta forzaron con un plástico para poder entrar. Pocos minutos después, salieron, y la policía los paró para registrarlos.
En las mochilas que llevaban les encontraron varias herramientas para cometer robos y también marcadores de plástico que posteriormente comprobaron que habían utilizado en tres apartamentos diferentes para colocarlos entre la puerta de entrada y el marco para averiguar si los inquilinos se marchaban de vacaciones dejando el piso vacío. Ambos quedaron detenidos como presuntos autores de un delito de robo con fuerza.
Pocas horas más tarde, en torno a las cinco, otros agentes de paisano vieron a un hombre en la calle Coll i Vehí agachado mirando la cerradura de la puerta de acceso a una de las fincas. En el momento en el que pasaba un coche, el hombre se marchó corriendo hacia la calle Rogent. Los agentes avisaron a otra patrulla para que hiciera un seguimiento de esta persona, que sospechaban trataba de hacer un robo. El presunto ladrón se dio cuenta de que lo seguían e intentó huir por una parada de metro. A pesar de su esfuerzo por esfumarse, los Mossos lo acabaron pillando justo antes de que subiera al tren. Viendo que no tenía escapatoria, tiró un plástico a las vías para intentar ocultar que pretendía poner marcadores.
Después de identificarlo, el hombre, de 26 años y antecedentes por delitos similares, quedó detenido y trasladado a comisaría, acusado de ser el autor de un robo con fuerza. Además, durante el registro le encontraron encima varios utensilios que los ladrones utilizan habitualmente para forzar puertas y ventanas.
La madrugada siguiente, los agentes detuvieron a tres hombres más por los mismos hechos. En la calle Tànger, en torno a la una de la madrugada, localizaron a un conocido ladrón que se reunió con dos hombres más a la altura de la calle Bolivia, y la patrulla de paisano de seguridad ciudadana decidió seguirlos. Los sospechosos iban controlando el entorno, hasta que llegaron a la avenida Diagonal, donde intentaron manipular la puerta de una de las fincas. Al conseguir abrirla, los tres entraron en el interior.
Cuando salieron, un rato más tarde, se encontraron de cara con los Mossos, quienes los detuvieron in situ después de comprobar que habían colocado marcadores en una decena de pisos del edificio. Los delincuentes, de 25, 33 y 40 años, fueron arrestados, también, por un delito de robo con fuerza.
Los Mossos alertan de la técnica de los marcadores
En estos casos, la eficacia de los agentes de Seguridad Ciudadana previno varios robos. No obstante, desde los Mossos d'Esquadra hacen un llamamiento a la ciudadanía para que vayan con cuidado, sobre todo en temporada vacacional, para evitar ser víctimas de un robo mientras están fuera durante unos días. Por eso, hay que fijarse si hay marcadores en las puertas. Los más habituales son un trozo de plástico o de papel que los ladrones ponen en el umbral de la puerta; si al cabo de unas horas continúa intacto, significa que nadie ha abierto la puerta y los delincuentes pueden entrar tranquilamente.
Por otra parte, cada vez es más frecuente entre los ladrones de domicilios el hilo de plástico, mucho más difícil de detectar, que se coloca entre la puerta y el marco. Si no se ha roto en un tiempo determinado, quiere decir que la vivienda está vacía y los delincuentes tienen vía libre. Por lo tanto, antes de dejar el piso solo durante varios días, se tendría que comprobar que no hay ninguno de estos mecanismos en la puerta; en caso de haberlos, habrá que avisar en el teléfono de emergencias 112.