Años de investigación tras de la explotación del caso Montana, que ha permitido detener a varias personas relacionadas con un entramado que se dedicaba al blanqueo de capitales procedentes de la droga con un complicado sistema y capitaneado, desde Catalunya, y concretamente desde Valls (Tarragona), por un hombre con doble nacionalidad española y venezolana, Simeon Gaitx. La investigación, que inició la Unidad Central d'Estupefaents y el Área Central de Delitos Económicos, las dos de la DIC de los Mossos, arrancó por un error de los narcotraficantes. Parece de película, pero es real. El año 2018 un contenedor cargado con 1.400 kilos de cocaína cayó mientras era transportado por el interior de una nave de Sant Boi de Llobregat (Barcelona). Si bien los traficantes tenían personas que tenían que controlar este contenedor, al caer, y abrirse, otros trabajadores vieron el cargamento, y llamaron a los Mossos d'Esquadra, que abrió una investigación que acabó con la detención de catorce personas en febrero de 2020.

De aquella investigación, sin embargo, se pudieron analizar pistas muy relevantes que dejaron los narcotraficantes y se pudieron descifrar unas conversaciones entre el principal investigado al caso Montana, Simeon Gaitx, con otros grupos de narcotraficantes. Las piezas empezaron a encajar. Si la investigación iniciada en 2018 era para saber quién había entrado la droga, la del caso Montana arranca más tarde y con el objetivo de aclarar como se blanqueaba el dinero que procedía de este negocio.

Catalunya-Portugal-Venezuela

Durante estos tres años, con la pandemia por el medio -que hizo caer la actividad delincuencial- se ha ido tirando todos los hilos de esta organización que en Catalunya dirigía Gaitx, pero que en su país, en Venezuela, controlaba uno de sus lugartenientes, que también se ha detenido en la explotación de ahora. En la parte alta del organigrama criminal también hay otro lugarteniente, uno de los hombres que se encargaba, aprovechando todo el entramado de personas venezolanas que hay en Portugal, mover el dinero y blanquearlo.

Gaitx, según las investigaciones policiales, era el encargado de coordinar todas las acciones del entramado criminal para blanquear dinero. Si bien también se encargaba de traficar con droga, su negocio era con el blanqueo. Tenía una red potente y fiable y ofrecía sus servicios a otras mafias del narcotráfico a cambio de comisiones de entre el 10 y 15%. Él recibía el encargo para sacar el dinero del Estado y buscaba la mejor manera de hacerlo: con empresas pantalla o correos personales.

Policía Nacional - Mossos d'Esquadra
A la derecha, el subinspector José Ángel Merino, jefe del Área Central de Delitos Económicos / GRS

El dinero, grandes cantidades, hacía el camino desde Catalunya hasta Portugal, y desde allí, viajaba hasta Venezuela con pequeñas aportaciones hechas por mulas, que cobraban también una parte para hacer esta operación -lo que se conoce como 'smurfing', de Pitufo- y finalmente acababa en Colombia, que era el país de donde salía la droga.

Este sistema era prácticamente indetectable gracias a la enorme diversificación del efectivo que hacían los más de 200 testaferros y mulas que trabajaban para la organización que lideraba, según las investigaciones, Gaitx. Era él, y sus lugartenientes, en Venezuela y Portugal, quién ejercía un control total de los testaferros dando instrucciones claras de como se tenía que proceder en cada operación y utilizando códigos de comunicación cifrados mediante imágenes compartidas por aplicaciones de teléfono móvil. Estos códigos se enviaban entre los diferentes colaboradores de la organización, encargados de mover el dinero o de ingresarlos en cuentas corrientes, según han explicado al subinspector José Ángel Merino, jefe del Área Central de Delitos Económicos de la DIC de los Mossos.

De un error a detectar la red de blanqueo

La investigación es relevante. Nace de un error de los narcotraficantes, pero los investigadores aseguran que el sistema que utilizaban Gaitx y sus hombres era muy elaborado, muy profesional, ofreciendo mucha seguridad y estabilidad a las otras bandas criminales a quien ofrecían sus servicios de blanqueo. Sin la caída del contenedor en Sant Boi, difícilmente los Mossos habrían podido llegar a atar todos estos movimientos que ahora han podido salir a la luz con la explotación del caso Montana. Los investigadores creen que esta organización ha estado funcionando durante casi diez años si bien la investigación ha ido atrás siete años.

 

La mayoría de los movimientos que ahora se pueden acreditar son anteriores. Simeon Gaitx ingresó a prisión y se notó un descenso de la actividad de la organización, si bien los últimos meses se había detectado un incremento, creyendo, los Mossos, que había encontrado un lugarteniente que le volvía a hacer funcionar el rentable negocio del blanqueo de capital de los narcos.

El pasado mes de marzo, y de manera coordinada con la Policía Nacional, la Policía Judicial de Portugal y la Europol, se explotó el caso y se hicieron varios registros en Valls (Tarragona), Sant Boi de Llobregat, Sant Feliu de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Sant Cugat del Vallès, Arenys de Mar y también Guadalajara, Albacete, Vera, Huelva y Madrid, en España. En Portugal en Aveiro y Lisboa, donde se detuvo uno de los líderes, que vivía en un chalet de lujo. La Interpol detuvo en Venezuela uno de los otros números dos de Gaitx. En Valls se registró la casa del líder, si bien él no estaba; fue formalmente arrestado en la prisión. Los dos líderes detenidos en el extranjero esperan ser extraditados en Sant Boi, donde se inició la investigación, que está bajo la tutela del Juzgado de Instrucción número 1. Además de los tres líderes, cuatro personas más de la organización ingresaron en la prisión. Los Mossos hicieron a una veintena de detenidos cuando explotaron el caso, pero no descartan que se puedan hacer más en una nueva fase de la investigación para localizar más implicados en esta profesional red de blanqueadores.

En los registros se intervinieron más de 130.000 euros en efectivo, lingotes de oro, joyas y otros objetos de lujo: se localizaron 30 relojes de lujo valorados en medio millón de euros. De las investigaciones, y del material recogido en las entradas judiciales, los Mossos dan por acreditado un blanqueo de dinero superior a los 10 millones de euros, todo proveniente de la droga, sobre todo, de la cocaína. Los agentes especialistas en estos tipos de delitos, donde se puede encontrar el talón de Aquiles de los narcotraficantes seguirán para encontrar más conexiones del crimen organizado con países de América del Sur y esta latinización que sufre Catalunya.