La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a dos años de prisión a un hombre que estafó a su novia haciéndose pasar por un jugador de futbol profesional para conseguir que esta le diera dinero, según informa el periódico Levante. La Sala, además del ingreso a prisión, también le impone una indemnización de 7.500 euros que deberá devolver a la víctima. En cambio, la sentencia le absuelve de un delito de falsedad documental al no haber suficientes pruebas para considerar este delito.

Un falso futbolista con negocios en Marbella

El ahora condenado y la víctima se conocieron en junio de 2017 en una red social, y después de varias conversaciones, iniciaron una relación sentimental. Unos meses más tarde, el hombre, que residía en Las Palmas, se trasladó a vivir en la casa de su nueva novia, en un municipio de la provincia de Valencia. Según expone la resolución del juicio, entre los meses de julio y septiembre de 2017, el condenado aparentó ser un jugador profesional del club de futbol Levante UD, por lo que aparentaba ser una persona solvente. Además, engañó a su víctima diciéndole que tenía negocios en Marbella (Málaga), que residía en una urbanización de lujo y que tenía depósitos bancarios con grandes cantidades de dinero en Andorra y España.

7.500 euros que nunca fueron devueltos

Para conseguir que su novia se creyese todas las patrañas, el hombre le dejó una copia de un documento falso llamado "acuerdo profesional de fútbol con el Levante U.D.", en el que constaban sus datos personales y un resguardo bancario, también falso, con un saldo de más de 96.000 euros. Los documentos nunca llegaron a formar parte del tráfico mercantil y solo fueron exhibidos a la víctima como parte del fraude. Para que la chica le prestase dinero, el condenado se excusó por su falta de liquidez porque "tenía los ahorros a plazo fijo en el banco". La cantidad robada asciende a 7.500 euros, repartidos en varias cantidades y con el permiso de devolución, aunque nunca pasó.

Se aprovechó del amor de la mujer

La Audiencia considera que el hombre ideó el engaño desde el principio de la relación, ya que cuando se puso en contacto con la perjudicada por redes sociales se interesó por su situación económica y por si trabajaba, para después aparentar ser "un hombre de negocios, triunfador, mezclando al mismo tiempo esa faceta y el pretendido amor que le procesaba" para pedirle dinero.

El Tribunal añade que todas las maniobras fraudulentas que realizó el falso futbolista y empresario provocaron un error en la víctima “que no solo creyó en la relación sentimental que mantenían sino también en su capacidad económica y en esa devolución”, por lo que accedió a darle el dinero. Por ahora, la sentencia no es firme y se puede recurrir ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.