Cae una mafia que reclutaba menores daneses y suecos para cometer asesinatos. La Policía Nacional ha detenido en Alicante a un matrimonio y a su hijo menor de edad acusados de pertenecer a una organización criminal que contrataba a jóvenes de origen escandinavo para que mataran y ejecutaran atentados con artefactos explosivos. La operación liderada por la policía española se ha realizado en colaboración con los cuerpos de Suecia y Dinamarca y ha estado coordinada por Europol y Eurojust. Los tres arrestados, todos de nacionalidad sueca, pertenecen a una banda más amplia con base de operaciones en Suecia y varios países de Europa del Este.

 

¿Cómo captaban a los menores? Según ha explicado la Dirección General de la Policía, el matrimonio y su hijo contactaban con los potenciales asesinos a través de un canal de Telegram y, a partir de ahí, les ofrecían cantidades de dinero para cometer los asesinatos o los atentados. Los investigadores, además, han determinado que el hijo menor detenido jugaba un papel fundamental en la contratación y el pago a los menores captados. Y, además de los crímenes, también gestionaban, en paralelo, un negocio de tráfico de armas y drogas y blanqueaban el dinero posteriormente. A los tres arrestados de la organización en Alicante, hay que sumarles otros dos menores suecos capturados en Dinamarca.

Investigación, detonantes y detenciones en Alicante 

Los dos arrestados en Dinamarca, además, se habían desplazado hasta el país con la intención de cometer otro asesinato que tampoco se materializó. Les intervinieron dos armas de fuego. Aunque este no fue el detonante para que la Policía Nacional iniciara la investigación que ha culminado con la desarticulación de esta ramificación mafiosa en Alicante. La operación se inició a raíz de la detención de un menor de edad sueco en Benalmádena (Málaga) que había viajado a España con la supuesta intención de matar a un miembro de un grupo motero rival. Este crimen, no obstante, no se produjo por la rápida intervención de los policías nacionales.

La investigación de la Policía Nacional continuó y, en coordinación con las policías suecas y danesas junto con Europol y Eurojust, los agentes del Grupo de Operativos Especiales de Seguridad (GOES) realizaron una entrada en un domicilio del municipio alicantino de San Juan. Allí, detuvieron a los padres y al menor y descubrieron que la vivienda era el centro de operaciones de la banda, desde donde manejaban las cuentas de Telegram para captar a los jóvenes y dar las órdenes para la ejecución de asesinatos