Nueva muerte violenta en Catalunya. Esta tarde una mujer de unos 60 años ha sido encontrada muerta en su casa, con heridas de arma de fuego, en un piso de Empuriabrava, en Girona. Poco rato más tarde los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional, en la zona de Portbou, han podido detener al presunto autor de los hechos, un hombre.

Detenido camino de Francia

La policía lo ha podido parar cuando se dirigía hacia Francia con una autocaravana sustraída y han recuperado el arma, una pistola de 9 mm, la que presuntamente ha utilizado para disparar contra la víctima en la calle de la Noguera de Empuriabrava.

El autor de los tiros, un hombre de unos 55 años de nacionalidad extranjera, ha enfilado la carretera en dirección a Roses y, desde aquí, ha cogido el cruce que sube hacia Cadaqués y que también entronca hacia el Port de la Selva, Llançà, Colera y Portbou. Todas las policías de la zona, a quienes se había alertado por emisora, estaban preparadas con el fin de poder evitar que pudiera entrar en Francia. En Portbou la Policía Nacional, los Mossos d'Esquadra y la Policía Local de Llançà lo han conseguido interceptar en medio del pueblo y lo han arrestado, en el cruce entre la N-260 y las calles Emili Granados y Frederic Marès, después de hacerlo salir de la autocaravana.

Las primeras conclusiones de las investigaciones no parecen indicar que se trate de un caso de violencia machista. Los Mossos no descartan que pueda tratarse de un asalto violento en casa de la mujer, que era de nacionalidad alemana, y que por alguna cosa el presunto ladrón hubiera abierto fuego. Sin embargo, la investigación todavía en marcha para aclarar los hechos y se ha decretado el secreto de sumario.

Seis crímenes en pocos días en Catalunya

Es el sexto crimen registrado esta semana en Catalunya. El primero fue el 18 de septiembre. Un hombre marroquí que llevaba rato generando revuelo en la zona de Pubilla Cases intentó robar el patinete de un hombre de unos 30 años, Gabriel. Él se resistió y el ladrón le clavó un cuchillo en el pecho. No se pudo hacer nada por salvarle la vida. El agresor, conocido en el barrio, escapó con el patinete.

El segundo, el 19 de septiembre. Dos hombres y una mujer entraron en el bingo de Tortosa para intentar hacerse con el dinero de las máquinas y de la caja fuerte. En el interior se encontraron un cliente que les tiró un taburete y le dispararon en el hombro. Olga, la responsable del local, pese a no enfrentarse a los ladrones, recibió un disparo en la cabeza.

El tercero, también el 19 de septiembre. Un enfrentamiento enterrado entre familias que viven en La Mina, el barrio más conflictivo de Sant Adrià de Besòs, acabó a tiros. La excusa, una discusión de tráfico. De fondo, sin embargo, una enemistad de hacía tiempo. A tiros del calibre 12 un hombre abatió a otro, de 44 años, en plena calle. Llegó al centro de salud con vida, pero acabó muriendo. La familia del hombre que abrió fuego, que la policía ya sabe quién es, escapó esa misma noche del barrio.

El cuarto, el 20 de septiembre. La cuidadora de una abuela de Reus, de 85 años, llama de madrugada al 112 alertando de que la mujer se ha caído de la cama, que tiene un golpe en la cara y que ha muerto. Todo podía parecer un accidente doméstico con fatal resultado. Pero el forense no vio claras las lesiones que presentaba la mujer, que no eran compatibles con caer de la cama. La cuidadora, de nacionalidad extranjera y de 38 años, fue arrestada por el homicidio.

Y el quinto, el 20 de septiembre. Ana, de 21 años, vecina de Campdevànol, apareció sin vida en su casa, en el centro del pueblo. Tenía la cara llena de golpes, las heridas no dejaban duda. Alguien la había golpeado hasta la muerte con un objeto contundente. La policía ha detenido a su pareja, Alberto, un hombre de 36 años, también de nacionalidad española, acusado de haberla asesinado. La policía lo investiga como un crimen machista.