Incidente surrealista este jueves por la noche en Reus (Tarragona). El propietario de un piso de la zona del Mas Iglesias, en el sur de la ciudad, que tenía alquilado a un grupo de personas de nacionalidad extranjera decidió que tenía que echar a todos los inquilinos.

Los arrendatarios no le hicieron caso y optó por la acción directa. El hombre, de 56 años y de nacionalidad marroquí, cogió un martillo y se presentó en el inmueble.

Accedió al piso a golpes de martillo

A golpes de martillo rompió la puerta y accedió al interior, donde siguió dando golpes a todo lo que encontraba. Ya en el interior del piso hirió a una chica de 37 años, también de nacionalidad extranjera, que se encontraba en el interior del piso patera.

Agentes de los Mossos d'Esquadra en la puerta del piso de los hechos, en Reus / Ivan Compte

El alboroto provocó que varios vecinos llamaran al 112, y varias patrullas de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana de Reus, también con equipos antidisturbios, por el nivel de violencia del asaltante, se desplegaron en la zona. El hombre pudo ser detenido por un delito de lesiones y también por haber entrado en una casa ajena (aunque es el propietario).

Una joven herida a golpes de martillo

La mujer herida a golpes de martillo tuvo que ser estabilizada por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y trasladada grave en el hospital universitario de Sant Joan de Reus. No se sufre por su vida. Hay personas heridas de menos gravedad de resultas del asalto a golpes de martillo.

Los Mossos d'Esquadra de la comisaría de Reus mantienen abierta una investigación para aclarar los hechos y también para identificar a todas las personas, todas de nacionalidad extranjera, que vivían en este piso del Mas Iglesias de la capital del Baix Camp. No se ha aclarado, todavía, si los inquilinos tenían el contrato en vigor y si estaban al día o no del pago de la renta.

Ocupado un chalet de lujo en Madrid

Cuándo se aclare el caso de Reus se podrá saber si se trata de una ocupación o de un conflicto relacionado con el no pago del alquiler. Lo que sí que está claro es este caso de Madrid. Un grupo de diez jóvenes ocupan un chalet de Las Rozas, en la capital de España. Los vecinos se quejan del miedo y del ruido que sufren desde hace un año, desde que se inició la ocupación.

Se trata de un chalet de lujo que tiene una superficie aprovechable de 425 metros cuadrados. Las personas que viven en el interior han separado los espacios para poder convivir individualmente. Los vecinos están hartos de esta situación, pero no pueden hacer nada, más allá de quejarse. Entrar a golpes de martillo, hoy por hoy, no parece una buena opción.