Seis hombres de entre 19 y 33 años han sido detenidos por agentes de los Mossos d'Esquadra y de la Policía Local de Arbúcies acusados de un delito contra la salud pública por cultivar marihuana en medio del macizo del Montseny. Concretamente, las plantaciones estaban en la ermita de Santa Maria de Lliors, en el plano de Borràs y en la zona del Rigrós. Aunque ya habían sido desmanteladas en el año 2021, los policías municipales habían detectado que se habían vuelto a abrir. Por este motivo, se abrió una nueva investigación que acabó con un operativo policial este jueves por intervenir la droga y detener a los responsables.

Marihuana escondida en medio del bosque en el macizo del Montseny

Los cuerpos policiales localizaron una primera plantación que todavía se estaba construyendo. En un claro de 1.000 metros cuadrados encontraron que había árboles recién cortados y material para iniciar el cultivo de droga con 3.136 semillas de marihuana recién plantadas. También se encontraron pequeños invernaderos, sacos de tierra, dos piscinas para suministrar agua para el riego, bombonas de butano y abonos químicos.

Más adelante, se encontraron una segunda plantación con hazas cortadas de arboleda y matorral, entre las cuales había 1.413 plantas de una altura de unos 40 centímetros y 1.069 pimpollos de marihuana. En esta ocasión, también habían montado una piscina para facilitar el riego. Por último, a poca distancia, se encontró una tercera plantación con 5.330 plantas de unos 20 centímetros y un invernadero con 2.184 pimpollos.

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Los responsables de las plantaciones habían montado un campamento para quedarse a dormir. / Foto: Cedida

Los responsables de las plantaciones habían montado un campamento para vivir allí

En el momento en que los cuerpos policiales llegaron en las plantaciones, sus responsables estaban durmiendo muy cerca. Concretamente en un campamento que habían instalado en medio de la zona boscosa con tiendas de campaña. Contaban con bombonas de butano, furgonetas, comida, colchones, material inflamable y herramientas de cultivo como rastrillos, palas, serruchos y cuchillas. Para poder tender la ropa, habían atado unas cuerdas entre los árboles.

La situación en que vivían los responsables de la plantación, según informan desde los Mossos, comportaba un riesgo muy elevado de incendio en época de sequía, ya que cocinaban con bombonas de butano en medio de una zona boscosa. Además, tenían restos vegetales que podían funcionar como combustible para las llamas. Con respecto al cultivo de la marihuana, utilizaban agua de ríos y arroyos de la zona para poder regar las plantas. Utilizaban mangueras y bombas de agua para sacar parte del caudal y llenar las piscinas que tenían en dos de las plantaciones.