Los Mossos d'Esquadra y la Guàrdia Urbana de Barcelona desmantelaron este domingo una fiesta rave que se estaba celebrando en una nave abandonada de la rambla de Prim, en el distrito de Sant Martí, sitio habitual donde se montan fiestas ilegales de este estilo. Los cuerpos policiales desalojaron casi a 200 personas e intervinieron todos los altavoces y otros aparatos de música y luces. Durante la actuación también se levantaron cuatro actas por infracciones administrativas, seis más por tenencia de drogas y una persona está siendo investigada por un delito contra la salud pública por tráfico de estupefacientes.
Según han informado desde el Ayuntamiento, entre las 192 personas que se concentraban este fin de semana en el interior de esta nave ocupada, ocho eran menores de edad. Después de ser identificados, fueron entregados a sus padres y tutores legales. En el contexto de la operación, que contaba con autorización judicial y en el que participaron doce equipos de la policía municipal y siete de la catalana, también se tuvo que trasladar a una persona a un hospital.
La rambla de Prim, llena de naves ocupadas donde se celebran raves cada fin de semana
El desalojo de esta fiesta, en la rambla de Prim número 261-263, estuvo motivado por varias quejas vecinales por el fuerte ruido que provenía de esta y otras naves colindantes a altas horas de la madrugada casi cada fin de semana. Según fuentes municipales, constan 51 quejas por ruidos desde principios de año y la Guàrdia Urbana ha registrado más de 40 denuncias por consumo de drogas y cuatro por tenencia de armas blancas en el contexto de estas fiestas. El desalojo definitivo de las personas que utilizan esta nave para vivir allí como ocupas todavía no ha sido autorizado, un procedimiento que sigue otro recurso judicial emprendido por el Ayuntamiento de Barcelona.