Una fiesta ilegal en Málaga y unos vecinos enfadados. La Policía Local toca a la puerta y en lugar de abrir les pasan dinero por debajo de la puerta para que los agentes les traigan churros y más alcohol.

Fiesta ilegal en una habitación de Málaga

Durante la madrugada de este lunes una fiesta tuvo lugar en el número 35 de la calle Junta de los Caminos, en el distrito malagueño Puerto de la Torre. Diversas llamadas de vecinos alertaron a la Policía Local de Málaga, que envió efectivos a la casa.

La puerta del inmueble estaba abierta, pero al ver a los agentes, la cerraron de un portazo.

Después de varias llamadas, volvieron a abrir la puerta de la habitación, de 18 metros cuadrados, con una cama de matrimonio y un pequeño aseo. Dentro había varios jóvenes reunidos, consumiendo alcohol, lo que parecía ser cocaína y marihuana.

"Van a estar en la puerta hasta que terminemos"

Los policías les exigieron identificarse y parar la fiesta, ya que infringían diversas medidas sanitarias contra la Covid-19 y la ordenanza municipal sobre ruidos. Los jóvenes se negaron a identificarse y volvieron a cerrar la puerta mientras decían "Venga, sigamos la fiesta que aquí no pueden entrar" o "van a estar en la puerta hasta que terminemos".

Policía Nacional Málaga / Europa Press

Los jóvenes le pasaron dinero a la Policía Local de Málaga por debajo de la puerta para que los agentes les trajesen churros y más alcohol a la fiesta / Europa Press

Por una ventana que estaba al lado de la puerta, los agentes les repitieron que debían identificarse y cesar la fiesta, pero se volvieron a negar y "con actitud chulesca de reiterada falta de respeto hacia los agentes" pasaron billetes falsos por debajo de la puerta, pidiéndoles entre mofas que les trajesen churros y más alcohol.

Dan dinero a la policía para que les traiga churros y alcohol

La propietaria del alojamiento informó de que había reservado la habitación hacia las diez de la noche para una fiesta, pero que ningún ocupante se había identificado.

Ante la imposibilidad de acceder y la negativa de los ocupantes de salir, los policías locales se quedaron en la puerta hasta que acabasen y desalojasen la habitación.

El primero no se hizo de esperar: sobre las dos y media de la madrugada, uno de ellos dijo que se aburría y que se iba. A su salida fue detenido por la policía, así como los dos siguientes, que fueron arrestados a las siete y cuarto de la mañana.

Los últimos salieron a las ocho de la mañana, dos chicos y dos chicas, que también fueron detenidos. Todos los jóvenes, de entre 21 y 31 años, fueron trasladados a dependencias policiales por delitos graves de desobediencia a agentes de la autoridad y pasarán a disposición judicial.