Seguirá entre rejas. La titular del juzgado de instrucción 15 de Barcelona ha denegado al futbolista Dani Alves su puesta en libertad, según han confirmado fuentes jurídicas a ElCaso.cat este martes. El exjugador del Barça está en prisión provisional, en la prisión de Brians 2, desde el 20 de enero pasado, acusado de agresión sexual a una chica de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona, el diciembre pasado. En la resolución, la magistrada Concepción Cantón sostiene que “persiste el riesgo de fuga”, puesto que el jugador tiene doble nacionalidad, española y brasileña, y en este país no hay convenio de extradición con el Estado español. Además, hace referencia al anuncio de su posible divorcio con Joana Sanz, hecho que lo deja sin priebas de arraigo aquí. La jueza razona que "se mantienen indicios de criminalidad” contra el brasileño, mientras que la declaración de la víctima, en sede judicial, fue "clara, contundente y persistente, sin que existan motivos espúreos".
La defensa del exjugador de FC Barcelona, ejercida por los abogados Cristóbal Martell y Arnau Xumetra, volvieron a pedir a la magistrada de Barcelona su puesta en libertad, después de que Alves declarara ante la instructora y le explicara la cuarta versión. Alves admite que mantuvieron relaciones sexuales, pero que estas fueron consentidas, en un pequeño lavabo del reservado de la discoteca de Barcelona. El futbolista añadió que en la primera declaración lo negó para esconder la infidelidad a la mujer.
Acorralado por las pruebas biológicas
La Fiscalía y la acusación particular, ejercida por la abogada Ester Garcia en nombre de la víctima, se opusieron a la libertad provisional de Alves con los mismos argumentos que ahora ha reproducido la instructora. La acusación particular, incluso, afirmó que Alves había admitido la penetración vaginal, acorralado por las pruebas biològuiques. Y la magistrada lo subscribe ahora, al afirmar: "Después de las diligencias policiales y del médico forense, no le quedaba más remedio que dar una nueva versión y admitir que tuvieron sexo."
La magistrada también critica el último informeaportado por la defensa, sobre las imágenes de aquella noche, y sostiene que nada tiene que ver que Alves y la chica estuvieran hablando y bebiendo, con los hechos; es decir con lo que pasó en aquel pequeño lavabo.
Nuevo recurso de la defensa
Con la nueva negativa, la defensa de Alves puede volver a pedir su puesta en libertad, con un recurso de apelación a la Audiencia de Barcelona, que el febrero pasado ya le denegó, sobre todo por el elevada riesgo de fuga ante la gravedad del delito por el cual se lo acusa, que se castiga de 4 a 12 años de prisión.
Antes de esta mala noticia, la defensa de Alves había obtenido la aprobación de la Audiencia de Barcelona que una psiquiatra escogida por sus abogados pueda participar en la valoración de la víctima, donde se analizará si tiene secuelas de la experiencia violenta vivida, y de la cual ella mantiene que fue una relación sexual no consentida.