Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una mafia familiar dedicada a la producción y venta de marihuana y hachís en la ciudad de Igualada y han detenido a cinco personas, una mujer de 43 años y cuatro hombres, de 43, 37, 21 y 20 años. Todo empezó a mediados de noviembre, cuando la policía catalana tuvo conocimiento de la posible existencia del grupo criminal y abrió una investigación. Tras varias indagaciones, se descubrió que se trataba de varios miembros de una misma familia que, con unos roles claramente definidos, se dedicaban a vender estas sustancias estupefacientes desde el piso donde vivían en la capital de la Anoia.
Los investigadores comenzaron a realizar vigilancias en el domicilio y descubrieron que, aunque la mayoría de las ventas se realizaban en la vivienda, también se llegaban a hacer en el garaje, donde los compradores entraban con su coche para, de forma disimulada, cargar grandes cantidades de droga y marcharse como si nada. La organización adoptaba grandes medidas de seguridad para no ser detectada, ya que dos de los miembros contaban con antecedentes por traficar con droga y por otros delitos. A pesar de ello, los agentes de los Mossos pudieron descubrir que había un segundo domicilio en la calle de detrás donde también tenían una plantación de marihuana. Este piso, sin embargo, estaba gestionado por otra persona externa a la familia, que era quien se encargaba del transporte y la custodia de las drogas.
Una familia de traficantes armada hasta los dientes
Con suficientes indicios recogidos, el pasado 18 de diciembre los Mossos entraron en los dos domicilios con agentes de Seguridad Ciudadana y de Investigación de Igualada, así como unidades del ARRO, Canina y GEI. En el primero de los inmuebles encontraron nueve kilos de cogollos de marihuana, dos kilos y medio de hachís, seis kilos de marihuana triturada, 2.560 euros en efectivo, dos armas de guerra, una escopeta de caza, un revólver, un arma de aire comprimido, munición diversa y armas prohibidas como puñales, defensas extensibles y navajas. En el segundo domicilio, también se intervinieron 2.600 plantas de marihuana, además del sofisticado sistema de ventilación que habían montado.
Finalmente, los agentes detuvieron a cinco personas, de quienes no se ha facilitado la nacionalidad: una mujer y tres hombres de la misma familia en el primer domicilio y otro hombre en la segunda vivienda. La mujer, después de declarar ante los agentes en comisaría, quedó en libertad con la obligación de presentarse ante el juez cuando se lo pida, mientras que los otros cuatro detenidos pasaron a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Igualada.
