Liberadas trece mujeres que eran explotadas sexualmente e, incluso, tratadas como esclavas en Palma (Mallorca). La Policía Nacional ha rescatado a las víctimas, que eran captadas a través de una aplicación de mensajería y ha detenido a 17 personas que componían esta mafia o red criminal en Barcelona, MadridMallorca, y uno de ellos en Polonia. La investigación del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), en colaboración con la Europol, ha desvelado que la organización imponía un régimen de esclavitud, obligando a las mujeres, de nacionalidad china, a estar siempre disponibles y vigilando su actividad.

Captadas en China, llevadas a Polonia y luego a Mallorca

Pero, ¿cómo las captaban? A través de compatriotas chinos desde el mismo país de origen de las mujeres. Para ello, les ofrecían viajar a Europa y les cobraban unos 15.000 euros en concepto de gastos de transporte que abonaban a una persona, el intermediario, en Polonia. Una vez dentro de la Unión Europea, este mismo individuo les obligaba a pagar 400 euros al mes adicionales como si fueran gastos de seguridad social para un supuesto empleo. De hecho, lo hacían a través de contratos de trabajo fraudulentos para que las víctimas pudieran entrar en el espacio Schengen, de manera irregular.

 

El viaje, sin embargo, no acababa aquí. Una vez en Polonia, trasladaban a las mujeres hasta la isla de Mallorca bajo el pretexto de un supuesto trabajo, aprovechándose de la precariedad económica en la que se encontraban. Les decían que podían "ganar mucho dinero" y, así, se las llevaban a Palma, donde eran alojadas a los pisos de citas y obligadas a ejercer la prostitución para pagar la deuda que tenían con la organización. Además de ser tratadas como esclavas y estar en España en situación irregular, tenían el inconveniente que desconocían el idioma español, lo que incrementaba la dependencia con el entramado y la incapacidad para pedir ayuda a terceros.

Esclavitud moderna: así trataban a las víctimas

Los miembros de este clan con ramificaciones internacionales captaban a sus víctimas en China, las traían a Polonia y de allí a España, concretamente a Palma. Todo ello, mediante las citadas aplicaciones de mensajería instantáneas. Una vez en Mallorca, los detenidos utilizaban diferentes webs de contactos para publicitar los servicios sexuales, siendo los mismos implicados los que atendían a los clientes que llamaban para concertar los encuentros sexuales. Una vez todo acordado, además, vendían vigorizantes sexuales para que los servicios tuvieran una mayor duración y reportaran aún más beneficios, según la investigación llevada a cabo por la Policía Nacional en colaboración con la Europol.

Tras el acuerdo, las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución como esclavas, debiendo estar disponibles las 24 horas al día, los siete días de la semana y sin poder rechazar ningún cliente. Tan solo recibían, como máximo, la mitad de los beneficios y no podían salir de la vivienda para no levantar sospechas entre los vecinos del edificio. Cuando se trataba de un servicio de "escort", es decir externo, los miembros del clan las trasladaban en coche o pedían taxis, controlando en todo momento los tiempos de los servicios y monitorizadas de manera permanente a través de cámaras de vídeovigilancia. Por otro lado, el dinero que obtenía la banda era canalizado a través de una empresa de hostelería, que era propiedad de la principal responsable de la organización, con apariencia legal. 

La policía libera a 13 mujeres y detiene a 17 personas en Barcelona, Madrid, Palma y Polonia

Por todo ello, la Policía Nacional ha liberado a trece víctimas de explotación sexual en la ciudad de Palma y ha detenido a 17 personas en Barcelona, Madrid, Palma y uno de ellos en Polonia, de los que por el momento no se ha especificado edades ni nacionalidades, así como el número de mujeres y hombres arrestados. Están acusados de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, relativos a la prostitución y pertenencia a organización criminal. Los agentes han realizado seis entradas y registros en Palma y una en Barcelona, donde han intervenido 15.000 euros en efectivo, catorce teléfonos móviles y otros dispositivos, así como documentación relacionada con la investigación.