La madre de las niñas de Tenerife, que hace unos meses fueron asesinadas por su propio padre, ha hecho unas declaraciones en público a cara descubierta. Beatriz Zimmermann ha agradecido públicamente a la tripulación del barco Ángeles Alvariño su labor al buscar los cadáveres de sus hijas.
Beatriz Zimmermann aparece por primera vez a cara descubierta
Por primera vez, la madre de las niñas de Tenerife, ha salido a la televisión a hacer unas declaraciones mostrando su rostro. Lo ha hecho en la entrega de premios Taburiente, donde ella misma ha entregado un premio a los miembros de la tripulación Ángeles Alvariño, que tanto colaboró para encontrar los cuerpos de sus hijas asesinadas. "Por todo el amor y compasión que todos han demostrado a mis niñas, me he dado cuenta de que la mayoría de personas son buenas, ayudan y tienen un gran corazón", explica Beatriz.
"Es la primera vez en la historia que se encuentra un cuerpo en estas profundidades. Ha sido un acto heroico que, por muy duro que sea, es la verdad. La verdad es lo único que nos hace libres y nos permite avanzar. No tengo palabras, solo admiración hacia ellos," dice Zimmermann conmocionada.
Tomás Gimeno asesinó a Anna y a Olivia para hacerle daño a Beatriz
Los hechos se remontan al 27 de abril cuando el padre de Anna y Olivia, dos niñas de uno y 6 años, envió un mensaje a Zimmermann diciéndole que se llevaba a sus hijas y que no las vería nunca más. Inmediatamente, Beatriz acudió a la Guardia Civil para denunciar los hechos y, a partir de aquel momento, les empezaron a buscar sin pausa.
Los días iban pasando y ni Tomás Gimeno ni las menores aparecían. La última vez que fue visto fue a partir de las cámaras de seguridad, que lo grabaron entrando en su barco con una maleta. Al principio, pensaban que habría huido en otro país para hacerle el máximo dolor posible a su expareja y madre de las niñas, Beatriz.
Encontraron el cadáver de Olivia a más de 1.000 metros de profundidad
Por este mismo motivo, emitieron una orden de busca y captura internacional para detenerlo cuanto antes mejor. Además, ante la posibilidad del asesinato de las menores, el barco Ángeles Alvariño se desplazó hasta la costa de Tenerife para buscarlas al agua y, después de muchas semanas de búsqueda sin éxito, consiguieron encontrar el cuerpo de Olivia, de 6 años, además de 1.000 metros de profundidad, un hecho prácticamente imposible.
Después de este hallazgo, el barco estuvo varias semanas buscando el cuerpo de Anna, pero no lo encontraron, como tampoco encontraron el de Tomás Gimeno. Los policías concluyeron que el padre de las niñas las había asesinado y que posteriormente se había suicidado, un hecho que causó gran indignación en todas partes.