La Guardia Civil investiga un intento de parricidio en la localidad de Fitero, en Navarra. Los hechos han tenido lugar en torno a las doce del mediodía en una vivienda del número 95 de la calle Mayor, cuando una madre ha intentado matar a sus hijos de 3, 5 y 9 años para posteriormente suicidarse. Los dos hijos mayores han podido escapar del ataque, han salido corriendo a la calle y han ido a pedir ayuda a casa de unos conocidos, muy cerca del lugar de los hechos. Al recibir el aviso del suceso por parte de estos conocidos, efectivos sanitarios y varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía Foral se han desplazado hasta el lugar indicado.
Al llegar al inmueble, los agentes han encontrado al hijo pequeño y la mujer, que se había intentado suicidar y estaba toda llena de sangre. Los sanitarios han trasladado a los niños al Hospital Universitario de Pamplona, donde el más pequeño ha ingresado en estado muy grave. Por su lado, la madre ha sido trasladada al hospital Reina Sofía de Tudela, donde se encuentra detenida y bajo custodia policial. En el momento de los hechos, el padre estaba trabajando y, al tener conocimiento de lo que había pasado, ha acudido al domicilio familiar y después al centro hospitalario donde habían ingresado los menores. El suceso ha provocado una gran consternación en el pueblo de Fitero, de poco más de 2.000 habitantes. El alcalde, Miguel Aguirre, apunta que no existía ningún indicio de que esta familia, de origen marroquí, tuviera algún tipo de problema con los niños.
Atacados con un cuchillo y obligados a beber veneno
La Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación del intento de parricidio. Los investigadores han acordonado la zona donde se ha producido el ataque y han recogido pruebas de la vivienda que ayuden a determinar que ha pasado y qué motivación tenía la madre para decidir poner fin a la vida de sus hijos. Según las primeras pesquisas, tal como detalla Noticias de Navarra, la madre, presuntamente, ha atacado a los menores con un arma blanca y les ha obligado a beber alguna sustancia venenosa como lejía o salfumán. Posteriormente, ha intentado suicidarse utilizando el mismo cuchillo. No obstante, gracias al hecho de que dos de los menores han podido escapar y pedir ayuda, los servicios de emergencias han podido intervenir rápidamente y evitar la desgracia.