Una mujer de 78 años y su hijo, de 44, los dos de nacionalidad francesa, han sido detenidos por la Guardia Civil después de cinco años eludiendo las autoridades con éxito. Lo consiguieron haciéndose pasar por turistas, viajando por todo el territorio nacional y manteniendo un perfil bajo para evitar ser descubiertos y extraditados a su país de origen, donde les esperaba una sentencia de prisión por delitos continuados de estafa. En este sentido, los dos tenían una Orden Europea de Detención (OEDE), el hijo por haber adquirido material electrónico con cheques sin fondos, obteniendo un beneficio de 46.000 euros, y la madre por haber estafado a un banco, embolsándose 30.600 euros en forma de fondo, bonos y bienes.

Desde el año 2019 que estaban en busca y captura, cinco años de impunidad que han acabado abruptamente con su arresto después de descubrirse que hacía un tiempo que vivían en un chalet vacacional de una partida rural de Calpe, en Alicante. Un dispositivo de la Guardia Civil vigiló las inmediaciones de la vivienda durante tres días, comprobando que vivían de manera muy discreta, sin llamar la atención de los vecinos, que vivían ajenos al hecho de que en el barrio había dos prófugos internacionales.

Madre e hijo, expertos estafadores

El hijo había estafado a varias personas comprándoles material electrónico haciendo pagos con cheques sin fondos. Una vez en posesión de los dispositivos, lo vendió todo de manera ilegal por un total de 46.000 euros. Con respecto a la madre, había engañado a una entidad bancaria de Agen, en la región de la Nueva Aquitania, consiguiendo varios bienes por más de 30.000 euros, una cantidad que más tarde transfirió a una cuenta abierta al Estado español.

Después de confirmar la identidad de estas dos personas, el pasado 30 de octubre los investigadores de la Benemérita los detuvieron y los pusieron a disposición de las autoridades judiciales, que los enviaron a la cárcel de manera provisional mientras esperan que finalicen los trámites de extradición.