El cementerio parroquial de San Cristóbal de Avilés, en Asturias, ha sido escenario de un insólito y macabro robo. Los hechos tuvieron lugar este sábado, entre la una del mediodía y las tres de la tarde, cuando un hombre accedió al recinto en estado de agitación y se dirigió a la tumba de su madre, que hacía solo tres días que había muerto y había sido enterrada. El hombre empezó a gritar que se la habían llevado de su casa sin permiso, retiró las flores que había de adorno, arrancó la lápida y destrozó la pared de ladrillos que había detrás. Ya con el nicho abierto, sacó el féretro de dentro y se lo llevó hacia el coche.

A pesar de que algunas personas intentaron disuadirlo, el hombre no los hizo caso e, incluso, llegó a pedirles ayuda para poder llevarlo hasta el vehículo. Una vez en el coche, donde bajó los asientos posteriores para hacer más espacio, lo cargó y se lo llevó a su casa, a unos tres kilómetros de distancia. Los testigos avisaron a las autoridades y a los servicios de emergencias y efectivos de la Policía Nacional se dirigieron al domicilio del hombre, donde encontraron el cadáver de la mujer.

El hombre detenido y su madre sin poder ser enterrada

Los agentes evacuaron al hombre en el hospital de San Agustín, donde el departamento de psiquiatría determinaron que no era necesario su ingreso, así que quedó detenido a la espera de ser puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 7 de Avilés. Por su parte, el féretro con el cuerpo de la mujer fue trasladado de nuevo al cementerio y fue colocado en su tumba. No obstante, pocas horas después el cadáver volvió a ser desenterrado por orden judicial y lo llevaron a un tanatorio a fin de que la Policía Científica haga la identificación, reseña y fotografías del cuerpo para confirmar que se trata de la mujer.