Terrorífico escenario esta pasada madrugada de miércoles en el municipio murciano de Águilas. Un hombre se ha colado en el cementerio de la localidad, ha profanado la tumba de su hermano, ha desenterrado el cadáver y le ha cortado la cabeza mientras lo grababa todo en vídeo con su teléfono móvil. Al acabar, le ha enviado las imágenes de la profanación a su madre, que ha sido quien ha alertado a la policía. Eran las cinco y media de la mañana y varias patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local se han activado hasta el lugar y han podido detener al hombre después de que se paseara por las calles con el cráneo en la mano. No obstante, cuando lo han encontrado ya no lo llevaba encima y se sospecha que lo habría enterrado en algún otro lugar del municipio.

El hombre, con problemas de salud mental desde hace años, ha sido atendido por los sanitarios y ha sido trasladado a la unidad de psiquiatría del hospital Rafael Méndez de Lorca. La Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar los hechos y averiguar por qué ha decidido profanar la tumba de su hermano. También para intentar averiguar dónde se encuentra la cabeza. Cuando los agentes han llegado al cementerio se han encontrado la puerta lateral rota y la tumba abierta con el cadáver sin la cabeza. La familia ha decidido no presentar denuncia contra el hombre por su estado de salud. En cambio, el cementerio ha decidido denunciarlo por los hechos, aunque los daños se han limitado exclusivamente al panteón familiar, según apunta La Verdad.

El hombre ya había sido detenido poco antes

Pocas horas antes de profanar la tumba de su hermano, este martes, el hombre ya había sido detenido por los efectivos de la Policía Local de Águilas, tal como detalla El Español. El cuerpo municipal había recibido el aviso que estaba provocando problemas e intervino para intentar tranquilizar al hombre. Fue atendido por los sanitarios y lo trasladaron al hospital Rafael Méndez de Lorca, el mismo donde ha ingresado ahora. En aquella ocasión, sin embargo, le dieron el alta poco después, momento en que volvió hacia el cementerio de Águilas para cortarle la cabeza a su hermano, unos hechos que han trastornado este municipio murciano de 37.000 habitantes.