A veces para atrapar a los delincuentes también es necesario tener un punto de suerte y fortuna. Este es el caso de unos agentes de la Policía Local de Castell-Platja d'Aro que, casi fruto de la casualidad, han podido detener a tres ladrones multirreincidentes justo después de cometer un robo en el municipio. Fue el pasado 13 de enero cuando la patrulla del cuerpo municipal vio un coche que circulaba con una luz fundida e hicieron indicaciones al conductor para que parara el vehículo con el fin de informar de la incidencia. No obstante, al ver el interior del coche, los policías empezaron a sospechar de sus ocupantes.

Dos bolsas de basura llenas de productos robados

En la zona de los asientos de atrás había dos bolsas de basura de grandes dimensiones con decenas de objetos robados en su interior, tal como ha adelantado el Diari de Girona. Ante esta situación, los agentes procedieron a identificar a los tres ocupantes, dos mujeres y un hombre de entre 32 y 50 años, y descubrieron que se trataba de tres ladrones multirreincidentes que acumulaban numerosos antecedentes policiales, todos ellos por hurtos. Los policías pudieron averiguar que los diversos productos, todos ellos de parafarmacia y alimentación, tenían un valor de 800 euros y habían sido robados poco antes en un supermercado del municipio.

De hecho, al inspeccionar el vehículo y comprobar el GPS que llevaban en el coche, descubrieron que los ladrones, que venían de la zona de Barcelona, habían marcado desde un inicio la dirección del supermercado donde iban a robar. Además, al comprobar quién era el propietario del vehículo, averiguaron que pertenecía a un testaferro que tenía varios y que, según sospechan, los facilita a los ladrones para que puedan cambiar de vehículo dependiendo el robo, dificultando las tareas policiales e impidiendo que las cámaras lectoras de matrículas los tengan fichados.