El agente de los Mossos d'Esquadra detenido este martes para agredir sexualmente a una mujer con discapacidad ha quedado en libertad provisional sin fianza. Así lo ha determinado la magistrada el juzgado de instrucción 5 de l'Hospitalet de Llobregat, quien también le ha impuesto una orden de alejamiento y la prohibición de comunicación con la víctima, además de requerir su presencia en el juzgado cuando sea requerido. La investigación sigue abierta por un delito de agresión sexual a víctima especialmente vulnerable. Paralelamente, la policía catalana le ha abierto un expediente disciplinario y lo ha suspendido de empleo y sueldo hasta que no se aclaren los hechos.

El agente había atendido a la víctima cuando había ido a presentar una denuncia dos días antes

El origen de todo se remonta a la pasada madrugada de viernes a sábado, cuando una mujer fue a presentar una denuncia por lesiones a la comisaría de los Mossos de l'Hospitalet de Llobregat después de pelearse con su vecino. Allí, según ha adelantado El País, fue atendida por el agente Daniel Santiño, que se ofreció a darle un masaje en la espalda para aliviarle el dolor de la lesión. Posteriormente, otra agente de los Mossos tomó declaración a la mujer, que se marchó hacia casa una vez presentada la denuncia.

Dos días después, a primera hora de la mañana del lunes, el agente Santiño llamó al timbre de la puerta de casa de la víctima. La abrió su madre, a quien dijo que era un médico forense que venía a hacer un seguimiento de la denuncia que había presentado su hija. La víctima reconoció al policía y le dejó entrar en su habitación. Allí, sin embargo, el agente le empezó a hacer tocamientos de carácter sexual en los pechos y en los genitales, momento en que la mujer lo echó de casa. Después le explicó a su madre lo que había pasado en la habitación y decidieron alertar al 112.

La víctima, que sufre una discapacidad, fue revisada por los médicos y fue atendida por un psiquiatra, que dejó constancia de su estado. Después se presentó una denuncia que acabó con la detención del agente de los Mossos. En dependencias policiales el detenido se acogió a su derecho a no declarar y ante la magistrada solo ha contestado las preguntas de su defensa. Finalmente, ha salido en libertad provisional con la obligatoriedad de presentarse delante la jueza cuando sea reclamado y con la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima.