Felice Palamara, sacerdote del pueblo de San Nicola di Pannaconi, en la región italiana de Calabria, ha sufrido un intento de asesinato por parte, supuestamente, de la mafia, contra quienes el cura ha lanzado varios mensajes alertando a sus feligreses a mantenerse "dentro de la legalidad", lejos de la 'Ndrangheta, una de las organizaciones criminales más peligrosas no solo de Italia, sino también de Europa. Y es que, durante la celebración de la misa este sábado, Palamara notó un olor extraño mientras consagraba el agua y el vino de la eucaristía.
Temiéndose lo peor, interrumpió la misa diciendo que se encontraba mal para no asustar a los parroquianos, y llamó a la policía. Los consiguientes análisis revelaron que, además de vino y agua, los cálices contenían una gran cantidad de lejía; alguien había intentado envenenar al mosén.
Había recibido amenazas de muerte
Este intento de asesinato no ha cogido por sorpresa a Palamara. Hace un mes, su coche, aparcado en la calle cerca de la iglesia, apareció con los cristales rotos, y durante las últimas semanas ha recibido más de una carta anónima con amenazas de muerte entregadas en su buzón. Tampoco es el único cura de la zona que ha sufrido este tipo de intimidaciones. Su homólogo de Cessaniti encontró un gato muerto en el capó de su vehículo, y también le han llegado mensajes preocupantes.
La policía le ha puesto escolta las 24 horas del día para evitar un nuevo atentado contra su vida. A pesar del peligro al que está expuesto, Palamara ha asegurado encontrarse "tranquilo". "Además del perdón y la misericordia, espero que la justicia pueda aclarar estos episodios criminales", ha expresado. Los dos sacerdotes amenazados hacen continuos llamamientos a la ciudadanía, apelando a la legalidad, para que se mantengan alejados de la mafia, y lo seguirán haciendo, según han afirmado.
Por su parte, la comunidad de Pannaconi ha defendido al mosén: "No permitiremos que nadie haga daño a nuestro rector, nadie podrá parar un país que quiere y merece la redención y que quiere crecer". Se da la circunstancia que Palamara tiene una enfermedad cardiaca que podría haber contribuido a un desenlace fatal de no haberse dado cuenta de que algo estaba mal durante la misa del sábado a tiempo.