Ledell Lee permaneció en prisión durante 22 años y siempre sostuvo su inocencia. En 2017 un polémico fallo judicial le sentenció a muerte. Murió el 20 de abril de 2017 y fue la primera ejecución en Arkansas en más de una década. Sus últimas palabras antes de recibir la inyección letal en la prisión fueron: “Soy un hombre inocente”.
Descubren su inocencia después de ejecutarlo
La hermana de Ledell, Patricia Young, ha estado luchando contra todo para limpiar el nombre de su hermano y demostrar que no fue el responsable de asesinato de Debra Reese, de 26 años, quien fue estrangulada y apaleada mortalmente en 1993.
Ledell fue acusado y condenado por el crimen. Durante todos esos años los abogados de Ledell pedían pruebas de ADN, pero hasta ahora y cuatro años después de su ejecución no se consiguieron. Sorpresa: el resultado apunta a otra persona. Las pruebas encontradas en el arma homicida y en una camisa con la que se envolvió el arma del delito después corresponden a otro hombre cuya identidad se desconoce.
Resulta devastador que en una sentencia a muerte de una persona no se investiguen las pruebas de ADN para corroborar la tesis judicial. La familia de Ledell está indignada. Las pruebas realizadas para su ejecución no fueron completas: ni caso al ADN del arma, un palo, algo incomprensible para los parientes del fallecido.
Buscan al verdadero asesino
Los restos de ADN encontrados se han subido a una base de datos para hallar a la persona responsable y la familia mantiene la esperanza de poder solucionar el caso, pese a que su hermano ya esté muerto, relata Telecinco.
En una conferencia de prensa el martes, el gobernador Asa Hutchinson defendió la ejecución de Lee. "Es mi deber cumplir con la ley", dijo, y agregó que "el hecho es que el jurado lo declaró culpable con base en la información que tenían".