La Guardia Urbana de Figueres detuvo el pasado 15 de mayo a un hombre acusado de haber asaltado una casa en Empuriabrava con los propietarios, una pareja de septuagenarios dentro. Durante el robo, que tuvo lugar el día 11, los amenazó con una pistola simulada y tiró al hombre mayor por el balcón antes de escapar con una riñonera. Días más tarde, la policía de la capital del Alt Empordà (Girona) reconoció el coche en el que había huido, y lo persiguieron por las calles de la localidad hasta que lo pudieron detener en un bar. Al identificarlo comprobaron que tenía cinco requerimientos judiciales vigentes, además de uno por parte de la Policía Nacional, por secuestrar a un hombre y robar un vehículo en Murcia.

El 11 de mayo por la tarde, los Mossos d'Esquadra recibieron un aviso de un robo con violencia en una vivienda de Empuriabrava. Según los propietarios, el ladrón había escalado unos tres metros hasta una de las ventanas y, una vez dentro, los amenazó con una pistola. El marido consiguió quitarle el arma al sospechoso, que resultó ser simulado, pero este lo golpeó y tiró por el balcón, provocándole varias lesiones. Viendo que el robo se complicaba, el ladrón cogió una riñonera y decidió huir con un coche.

Con la descripción del matrimonio consiguieron identificar al ladrón y también el vehículo en el cual había escapado del lugar, y pusieron en marcha un dispositivo de búsqueda para poder encontrarlo y detenerlo. Durante días no se supo nada de él, pero, cuatro días más tarde, una patrulla de la Guardia Urbana de Figueres vio el turismo en cuestión que intentaron parar. No obstante, el hombre volvió a escapar a toda velocidad por las calles del municipio.

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La pistola simulada que utilizó durante el robo en Empuriabrava / Mossos d'Esquadra.

Escapa de los agentes, pero lo encuentran en un bar

Después de un rato peinando la zona, finalmente lo encontraron en el interior de un bar. El hombre intentó evitar ser detenido enfrentándose a los agentes, pero, finalmente, lo consiguieron esposar y trasladar a la comisaría de los Mossos.

Aparte del secuestro y robo de vehículo en Murcia ya mencionado, la policía catalana lo considera el autor de dos robos con violencia e intimidación y un hurto con amenazas leves cometidos durante los días que estuvo escapado de la justicia. En concreto, la madrugada del 12 de mayo, entró en un establecimiento de comida rápida de Figueres, donde amenazó a los empleados con un martillo. Al día siguiente, también de madrugada, intimidó con una navaja a dos chicos en un bosque cerca del municipio y les robó los móviles. Horas más tarde le robó la carga a un repartidor en el polígono de Vilamalla, a quien también amenazó.

Por todo eso, el hombre fue acusado de robo con violencia, conducción temeraria, daños en el mobiliario urbano, por conducir sin haber obtenido nunca el permiso y desobediencia a los agentes de la autoridad.