El ingenio para transportar drogas es cada vez mayor. Tanto es así que ya no solo sirven los escondrijos en los coches, barcos, en el interior del cuerpo o dentro de mochilas. Laika, la perra de la unidad canina de la Policía Municipal de Girona y especializada en detectar sustancias estupefacientes, observó este lunes por la mañana en la capital gerundense cómo un joven de 24 años portaba un regalo, bastante grande, pero a pesar del envoltorio, había alguna cosa que no acababa de cuadrar. Olfateó el paquete con detenimiento y pocos segundos después marcó la presencia de algún tipo de droga.

El joven, que llevaba un paquete de regalo de una forma muy inocente, se vio sorprendido por el animal y los agentes de la Policía Municipal que lo acompañaban, en la ciudad de Girona. Poco después, los policías procedieron a desenvolverlo y, para sorpresa de todo el mundo excepto por la perra y el chico, quizás, encontraron una bolsa que contenía marihuana en el interior. Este fue el primer delito que llevó al registro del individuo y le encontraron varios billetes fraccionados, aparentemente, procedentes de la venta de sustancias estupefacientes.

La perra Laika con el paquete regalo que contenía marihuana en Girona / POLICÍA MUNICIPAL DE GERONA
La perra Laika con el paquete regalo que contenía marihuana en Girona / POLICÍA MUNICIPAL DE GIRONA

Detenido por llevar un kilo de marihuana que olió la perra Laika

Con todas estas evidencias, los agentes de la Policía Municipal de Girona detuvieron este lunes por la mañana al chico de 24 años, que llevaba un kilo de marihuana envuelto como si fuera un regalo, por un delito contra la salud pública. Laika, como perra de la unidad canina del cuerpo municipal y especializada en la detección de estupefacientes, no solo es capaz de determinar si hay marihuana en una bolsa o cualquier otro lugar. Los cánidos pueden oler varios tipos de drogas, una lista bastante larga en la cual se incluyen el cannabis, la heroína, el éxtasis, el MDMA, la ketamina, la metanfetamina o, incluso, el LSD.