Este 9 de diciembre, el Palau Sant Jordi acogía en concierto a Alejandro Sanz, una de las dos únicas noches de su gira "Sanz en vivo". El concierto fue un éxito fulminante, con todas las entradas agotadas, y con el público disfrutando al máximo de cada canción. Al acabar el espectáculo, sin embargo, muchos de los asistentes se llevaron una desagradable sorpresa: sus coches, con los cristales reventados y los retrovisores rotos, vaciados de cualquier objeto de valor que se hayan podido dejar dentro del vehículo; los ladrones aprovecharon el reclamo de Alejandro Sanz para hacer su agosto en la montaña de Montjuïc.

La mayoría de los coches afectados estaban aparcados en torno al recinto de Poble Espanyol, pero también junto al Estadi Olímpic Lluís Companys, dos zonas muy habituales para dejar el coche cuando el estadio o el Palau acogen conciertos y otros espectáculos. Desde que el Barça empezara a disputar los partidos en el Estadi Olímpic de Montjuïc, la zona se ha llenado de cámaras de videovigilancia establecidas por el Ayuntamiento de Barcelona para controlar la afluencia de los culés que se acerquen en coche a ver los enfrentamientos; con un poco de suerte, los ladrones habrán quedado grabados en las imágenes, y será más fácil identificarlos.

Oleada de robos a vehículos en Montjuïc

De hecho, desde que el equipo blaugrana se trasladó a Montjuïc, los robos de coches y motos han ido en aumento. Durante uno de los partidos disputados en el nuevo estadio el pasado septiembre, que enfrentaba al Barça contra el Celta, decenas de personas fueron víctimas del robo de sus motos. Según los datos oficiales, pueden acceder un máximo de 3.500 motos a la montaña de Montjuïc, pero el aparcamiento destinado para ellos queda un poco alejado del estadio, en una zona poco iluminada y sin mucha protección, lo que hace de este parking un sitio ideal para los ladrones.